Las sensaciones en el seno de la plantilla de Avanza Zaragoza, la concesionaria del autobús urbano en la capital aragonesa, no son buenas. Podría definirse como una tensa espera que está al borde de la movilización. Mirando atentamente lo que está ocurriendo en la línea del tranvía, con cuatro horas al día de paros en el servicio todos los martes, jueves y sábados desde el pasado día 13, sus problemas son otros pero tienen un punto que les une: los incumplimientos que dicen que está cometiendo la empresa (que es la misma con diferente nombre) respecto a lo pactado para evitar su última convocatoria de huelga. La representación sindical asegura que queda «mucho por hacer» y que el ayuntamiento «parece estar más centrado en concederle a la dirección lo que pide, y que no está entre lo que se pactó, que en hacerle cumplir su palabra». Así que «parece que la única manera de hacerse oír tiene que ser la movilización».

Son palabras de Javier Anadón, representante del Colectivo Unitario de Trabajadores (CUT), sindicato que forma parte del comité y que ya ha planteado al resto que hay que valorar en serio volver a las protestas. En declaraciones a este diario, aseguró que se le ha requerido a la concejala de Movilidad del consistorio, Teresa Artigas, a la que también se le ha pedido «una reunión urgente, pero no se ha recibido respuesta alguna». Así que la opción de la huelga podría salir a debate en el pleno del comité, que se celebra el próximo día 3 de abril.

PRIORIDAD SEMAFÓRICA

Ejemplos de incumplimientos, dicen, no les faltan. «No están todos los aseos prometidos en las terminales de línea, ni tampoco los cuadros de marcha nuevos están funcionando como debería», expone Anadón, quien añade que «cada mes se hace una reunión de la mesa de seguimiento de lo que se pactó «pero en marzo no se ha celebrado, se la han saltado».

Curiosamente, esto se da el mismo mes en el que, la semana pasada, se autoriza a Avanza Zaragoza a instalar videovigilancia en el interior de los autobuses nocturnos, una medida «que no es motivo para ir a una huelga, pero tampoco ayuda nada». Porque el CUT estaba en contra. Teme que «se pretende grabar a los conductores, ya que no existe una excesiva alarma por vivir situaciones de peligro». Pero más lamenta que «se ha aprobado sin informar al comité», y alegando unos pliegos que también incluyen la implantación de la prioridad semafórica, «que no se ha hecho aún» y que se dijo que estaría en pruebas en febrero. O la creación de más carriles bus. De momento, pedirán explicaciones.