Mohamed, de 28 años, compartía piso con el detenido. Es el primer sorprendido. "A las 4.00 horas oí que tiraban la puerta a abajo y unos guardias civiles entraron, no me dejaron entrar", señala.

"No me puedo creer esto, no creo que sea una persona radical, era creyente pero no practicante y tenía una novia", afirma Mohamed, quién resalta que trabajaba que tenía un trabajo fijo en una multinacional del sector del mueble. "Compartíamos piso desde hace un año, lo conocí en un centro de menores y no era nada conflictivo, no puede ser cierto", apostilla.

También comenta que en alguna ocasión veían en los medios de comunicación atentados yihadistas y que siempre salía a colación el mismo comentario en el que ambos coincidían: "son una locura".