La compañía aérea del Yak-42, la ucraniana UM Air, ha respondido a la demanda presentada por las familias de las víctimas, que le reclaman más de 52 millones de euros, con una afirmación sorprendente: a su juicio, los allegados no pueden actuar contra ella porque ya han cobrado los 75.000 dólares de un seguro de vida que suscribieron el Ministerio de Defensa y la agencia de la OTAN Namsa.

Esa es la misma póliza que se redujo misteriosamente de 75.000 a 20.000 dólares al intervenir tres subcontratas en el proceso: Defensa contrató el seguro con Namsa por 75.000 dólares el fallecimiento, ésta lo hizo con el broker aéreo Chapman Freeborn y ésta, a su vez, con la propia UM Air.

Uno de los abogados del caso señaló a este diario que la explicación es "ilógica", porque ese seguro es independiente de la responsabilidad civil de la compañía, que en caso de accidente es automática según el Convenio de Varsovia.

Pero UM Air apunta que, en todo caso, dicho convenio prevé una limitación de responsabilidad de 20.000 dólares. Y aunque el documento establece que para hacer efectivo ese tope es necesario entregar un billete con esta información --hecho que no se produjo, según confirmó Defensa--, la empresa indica que emitió unos cupones tres días antes del siniestro. Dichos cupones no contenían los datos exigidos, subrayaron las fuentes consultadas.

Igualmente, en caso de que el titular del Juzgado de Primera Instancia número 2 de Zaragoza decida que la empresa sí debe abonar una indemnización a las familias, UM Air dice que esos 75.000 dólares deberán restarse de las cuantías finales.

Curiosamente, las mismas fuentes aseguraron que la compañía ha alegado "indefensión" por las dificultades que está encontrando para acceder a la documentación del siniestro y ha denunciado que las familias, por el contrario, están recibiendo directamente todos los datos desde Defensa.

Además, estima que no se puede culpar a los pilotos de la tragedia, en la que fallecieron 62 militares españoles, salvo que el informe de la comisión internacional que estudia las causas del siniestro confirme esta teoría.

Según pudo saber este periódico, salvo cambios de última hora la vista preliminar se celebrará el próximo 22 de octubre, a las nueve de la mañana, en la capital aragonesa.