Zaragoza se queda este año sin fiestas del Pilar. El rumor desatado hace unos meses, con la primera ola del coronavirus, se confirmó ayer con la notificación por parte del Gobierno de Aragón de la obligación de suspender todos los festejos patronales de la comunidad hasta el próximo 31 de diciembre. La adopción de esta decisión, meditada y consensuada con el ayuntamiento, que nunca se atrevió a adoptar, se toma tras detectarse que, en las últimas semanas, en numerosos municipios se han celebrado fiestas espontáneas y reuniones sociales, pese a estar prohibidas, y se han desatado los casos. Ha pasado en Ejea, ahora ya confinada, pero también en numerosas localidades donde las no fiestas acarrean contagios.

Ahora, la DGA y el consistorio quieren evitar que eso suceda en la capital, y mucho menos tras retornar a la ciudad a la nueva normalidad, con el curso escolar iniciado y la actividad laboral en marcha. Las imágenes del pasado fin de semana, con El Tubo masificado y sin distancia de seguridad, han obligado a endurecer las sanciones y, a un mes de las fiestas del Pilar, es una escena que las instituciones no van a permitir. Ni en el centro, ni en las peñas, ni en los barrios.

El anuncio del decreto del Gobierno de Aragón pilló ayer a los concejales del Ayuntamiento de Zaragoza en mitad de un pleno. La noticia causó cierto revuelto, tanto que la vicealcaldesa, Sara Fernández (Cs), titular del área de Cultura, se reunió de inmediato con su equipo y con el alcalde para consensuar una respuesta. No les pillaba de improviso el anuncio, según dijeron, pero la orden autonómica vino a aclarar las dudas que muchos tenían sobre la programación que el consistorio estaba preparando.

El cartel

Fernández aseguró entonces a los medios que el decreto «no cambia para nada» la programación que se estaba planteando hasta ahora para la semana de los pilares, puesto que ya habían advertido que de «no iba a haber fiestas como tal». Los actos que se iban a programar, por tanto, se van a mantener, puesto que desde el consistorio explicaron que se trató, siempre, de una «programación cultural en espacios controlados y seguros». En ningún momento, dijeron, habían hablado de fiestas. «Todos los actos multitudinarios y en la calle estaban ya suspendidos», afirmó.

Pero la claridad que ayer emergió tras el decreto no se había transmitido hasta ahora. Tanto que el PSOE municipal se mostró la semana pasada sorprendido después de que el alcalde, Jorge Azcón, les recordara a los grupos que tenían que elegir y comunicar los hijos predilectos y adoptivos que seleccionan cada año. Estos títulos, así como la Medalla de Oro de la ciudad, se entregan tradicionalmente en un acto previo al pregón de las fiestas. Y la entrega se va a mantener. «Si hoy (por ayer) hemos celebrado un pleno extraordinario podemos hacer también una entrega de medallas», explicó Fernández.

La vicealcaldesa admitió además que no han decidido si va a haber pregonero, a pesar de la ligazón que existe entre esta figura y el inicio de las fiestas. En todo caso, no habrá discurso en el balcón. Se leerá un texto por parte de la persona escogida en el mismo acto de entrega de medallas. Pero no, esa lectura no dará inicio a la fiesta. «No habrá fiestas como tal», reiteró la vicealcaldesa. Todo son actos culturales que se están programando para la semana en la que hubieran sido las fiestas, «pero también para noviembre y diciembre». La Ofrenda de flores virtual que está organizando el consistorio también se mantiene. Ante los ruegos de los periodistas, que le preguntaron sobre si no creía que este tipo de actos podrían provocar aglomeraciones y una falsa sensación de normalidad, Fernández se mostró perpleja: «Una Ofrenda a través del ordenador no va a provocar ningún efecto llamada».

Eso sí, ante la previsión de que haya más de un ciudadano que decida celebrar las no fiestas, la de Ciudadanos afirmó que mantuvo este martes una reunión con la Subdelegación del Gobierno en Aragón para coordinar un operativo especial de cara a la semana de pilares. Ya hubo otro encuentro en julio, y en unos días se reunirá la Junta Local de Seguridad.

Asimismo, la titular de Cultura explicó también que no se ha decidido nada sobre el cartel de las fiestas. Posiblemente su diseño, que se puede adaptar a diferentes formatos, se utilice para alguno de los carteles promocionales de esa programación cultural que suplirá las fiestas. Su diseñador, el navarro Alfredo León, decía ayer no conocer que se habían suspendido las fiestas, pero tampoco le causó sorpresa: «Da un poco de pena, porque Zaragoza es una plaza muy importante en cuanto a la exposición mediática. Pero era lo lógico. Aquí tampoco pudimos vivir San Fermín». Este gremio, el de los cartelistas, también está sufriendo el parón provocado por el coronavirus. «El año lo he salvado por ganar el concurso del Pilar, porque no ha habido mucho más», explicó León. El premio es de 4.000 euros.

Y otro de los sectores que se van a ver muy perjudicados es el de los floristas, aunque desde el consistorio se quiere tener un gesto y promoverán una campaña para que los vecinos de Zaragoza engalanen sus balcones con rosas y claveles. Todo acompañará a una semana sin fiestas pero con actos culturales. Los cuales, según Fernández, se presentarán ante Sanidad para que apruebe cada uno de los eventos programados