.- Aragón registró un total de 3.578 compraventas de viviendas en el segundo trimestre de 2018, más de 3.000 de vivienda usada y la mayoría en Zaragoza capital, lo que supone el máximo trimestral desde 2010 y un 20 por ciento más que el mismo periodo del año anterior.

Estos son los datos que ha ofrecido hoy Luis Fabra en representación del Grupo de Análisis del Mercado Financiero (Gamerin), quien ha apuntado también que la situación actual del mercado es "óptima" debido a la estabilidad de precios.

Así, el precio medio por metro cuadrado en Aragón es de 1.243 euros, un 2,94 por ciento más que hace un año, lo que indica un "cierto repunte" dentro de una estabilidad de precios que ya no se da en otros puntos de la geografía española como Madrid, Barcelona o las zonas turísticas.

Ello, unido a la alta demanda, ha provocado que los consumidores ya no retrasen sus decisiones de compra a la espera de un mayor descenso en los precios, ha añadido.

Por capitales, Zaragoza es "el gran motor" del crecimiento del mercado inmobiliario en Aragón, con 2.204 compraventas y un incremento interanual del 23,57 por ciento, mientras Huesca registró 160 y un aumento del 16,79 por ciento y Teruel, 98 y una subida de cerca del 50 por ciento.

En términos interanuales, el segundo trimestre de este año dejó un total de 13.051 compraventas, de las que más de 10.000 son vivienda usada, lo que casi dobla las cifras mínimas registradas en 2014.

Previamente, el presidente del Colegio Oficial de Agentes de la Propiedad de Aragón, Fernando Baena, ha apuntado que la vivienda de segunda mano comenzó algo antes la recuperación gracias a la importante demanda y los bajos costes de financiación.

Asimismo, ha señalado que gran parte de las entidades financieras se han quitado la mayoría de su stock de viviendas.

Entre las novedades de este nuevo ciclo ha destacado también que los compradores ahora tienen más dinero ahorrado, entre el 20 y el 35 por ciento del valor total del inmueble, y que la financiación bancaria solo supone entre el 70 y el 80 por ciento del precio.

Ello, unido a que se mantienen "precios de crisis o postcrisis", contribuye a que sea un momento "muy ideal" para adquirir una vivienda en Aragón y ha generado que hayan vuelto los inversores a este sector, sobre todo para ponerlas en el mercado del alquiler, donde se registra un incremento de la demanda y rentabilidades "bastante interesantes" de entre el 4 y el 5 por ciento.

Baena ha explicado que esta demanda viene sobre todo de personas jóvenes que se incorporan al mercado laboral y que, ya sea por la precariedad, porque todavía no han tenido tiempo ni capacidad de ahorro para comprar o por la movilidad generada por la globalización, opta por el alquiler.

Los precios, a su juicio, están en niveles "razonables", entre 500 y 700 euros por pisos de entre 70 y 90 metros cuadrados, frente a casos más aislados de "infraviviendas" o viviendas de lujo, que cuesta más vender.

Por ello, ha animado a propietarios a poner en el mercado de alquiler sus viviendas, porque hay "garantías" y "fiabilidad", y ha subrayado que Aragón no está registrando problemas en los precios como sí lo están sufriendo en Madrid, Barcelona o las zonas turísticas.

La otra cara de la moneda es la gran cantidad de locales que permanecen vacíos tanto en el centro de Zaragoza como en los barrios, donde la recuperación está costando más y "no es bueno para la ciudad".

Por su parte, Fernando Montón, en representación del grupo inmobiliario Plaza 14, ha reseñado que no se atisban indicadores que digan que el mercado no va a seguir evolucionando, aunque lo haga de forma sostenida, sin volver a los números de la época de la burbuja.

Sin embargo, ha resaltado también que la incertidumbre política de estos últimos dos años, debido principalmente al proceso independentista en Cataluña y al reciente cambio de Gobierno, propician que los consumidores se planteen sus inversiones.