Si el día de Reyes servía ayer para poner fin a las Navidades católicas y dar paso, poco a poco, a la normalidad, para la comunidad ortodoxa rusa se inicia hoy su particular Navidad siguiendo la tradición de regalar a los niños cajas de bombones. Otra parte de esta cumplió el 31 de diciembre con la tradición de regalar dulces a los más pequeños. La iglesia ortodoxa rumana conmemoró ayer el baustismo de Jesucristo con una liturgia en la parroquia situada en la calle Florentino Ballesteros y la bendición del agua que purificará sus casas. .