Las asociaciones de madres y padres de alumnos del colegio Alto Aragón y del Pedro I de Barbastro se concentraron este lunes por la tarde para protestar por la puesta en libertad provisional del guardia civil investigado por abusos a menores en la localidad, detenido en mayo. La concentración tuvo lugar en la plaza del Mercado de la localidad altoaragonesa, y a ella estuvo invitado «todo aquel que esté disconforme con la liberación del presunto agresor sexual».

Durante la movilización, uno de los convocantes leyó un comunicado en el que se preguntaba: «¿Qué hay más vulnerable que los niños? ¿Qué hay más vulnerable que nuestros hijos?», mientras señalaba que como padres «queremos poder brindarles un mundo libre de peligros, un mundo donde crezcan seguros y aunque somos conscientes de que eso suena utópico, lo que no podemos permitir es que sufran situaciones de abusos de cualquier tipo y mucho menos de abusos por parte de un adulto».

Calificó de «sorpresa non grata» la noticia adelantada por EL PERIÓDICO en la que se señalaba que este agente, identificado como S. E. C., quedaba en libertad, tras pagar una fianza de 6.000 euros. «Pero más sorpresa aún fue descubrir que la prueba que lo delató quizás no sirva por no contar con autorización judicial, aún cuando lo que se comenta que aparecía en ella es despreciable, infame y mezquino», añadió.

«Queremos que este acto sirva no solo para condenar, sino también para agradecer y apoyar públicamente a esa persona que no miró hacía otro lado y valientemente actuó para que se descubriera la situación», resaltó este portavoz, que aseguró que ahora se preguntan «si en este país hace falta que sucedan males todavía mayores para que la justicia pueda actuar, tras los vacíos legales que existen, si tenemos que permitirlo, si debemos permitirlo».

Ante esta concentración, el abogado defensor del investigado, José Cabrejas, pidió «que se deje trabajar al juzgado sin presiones externas» y recordó que «debe imperar el principio de presunción de inocencia».

INVESTIGACIÓN

Inicialmente se le investiga por abusar de alumnas, algo que siempre ha negado, atribuyendo a «un acto de cariño» la atención que dispensaba a los alumnos. Sobre todo a las niñas, porque le recuerdan a la hija que nunca tuvo.

La investigación cuenta con unas imágenes grabadas por otra profesora del centro en las que, según pudo saber este diario, se observaría al agente, también profesor de inglés de extraescolares, en actitud excesivamente cariñosa, incluidos besos, caricias por dentro de la camiseta o tocamientos en el trasero. Aunque esta grabación, al no estar autorizada judicialmente, puede acabar por no tomarse en cuenta.

Además, la Guardia Civil investiga los archivos hallados en su ordenador por si pudieran ser constitutivos de algún delito de pornografía infantil.