El comité de empresa de Gilva, SA, la empresa de Calanda donde el pasado miércoles murió aplastado un operario en un accidente laboral, ha convocado para hoy una concentración en el polígono industrial Fuensalada, donde se halla la instalación.

Durante el acto se guardará un minuto de silencio por el trabajador, de 30 años, que perdió la vida horas después de quedar atrapado entre una máquina y una plancha de hormigón. Además, se leerá un manifiesto en el que los convocantes expresarán su apoyo y solidaridad con la familia, amigos y compañeros del fallecido.

En una nota emitida ayer, Jorge Tabuenca, secretario general de la Unión Comarcal de Comisiones Obreras en Andorra, hizo un llamamiento a la responsabilidad en las tareas de prevención en materia de seguridad, tanto a empresas, administraciones públicas y los propios trabajadores, «para que estas situaciones no se vuelva a producir».

Según la primera versión de los hechos, una chapa atrapó y lesionó a dos trabajadores de la fábrica, uno de ellos, el fallecido, que recibió un golpe en la cabeza, y un segundo, que sufrió heridas en una pierna de las que fue atendido en el hospital de Alcañiz.

La administración laboral, junto a la Inspección de Trabajo y el Instituto Aragonés de Seguridad y Salud Laboral (ISSLA) investigan el accidente.