Concienciar a la ciudadanía ha logrado reducir en Aragón el desperdicio alimentario un 11 %, motivo por lo que el Gobierno de Aragón y ECODES han sacado a la luz una guía de buenas prácticas con datos y propuestas de cambios de hábitos para aprovechar mejor la comida que se compra.

Consejos de cómo planificar la compra, sobre el almacenamiento, sobre hábitos a la hora de cocinar para calcular adecuadamente la cantidad de comida que se necesita o para aprovechar los ya preparados y consejos para convertirse en activista gastronómico son algunas de las recomendaciones que se ofrecen en esta guía de 39 páginas en la que se analizan otras cuestiones como la producción o los costes que genera el desperdicio de alimentos.

En Aragón, entre 2015 y 2017 los kilos que se desperdician por persona y año han pasado de 165,2 a 147,4, lo que demuestra, como ha puesto de manifiesto la directora general de Protección de Consumidores y Usuarios, Ros Cihuelo que se ha empezado a concienciar a la ciudadanía de se puede ir solucionando este enorme problema "en trozos pequeños".

Pero para ello, el Gobierno de Aragón también ha puesto en marcha una web que ofrece recursos al sector minorista, la hostelería, restauración y catering, bancos de alimentos y una recopilación de buenas prácticas del sector de la distribución elaboradas por diferentes entidades que proporcionan autoauditorías para la gestión del desperdicio y cuestiones clave para encontrar soluciones a este grave problema.

En la web, desde la que también se puede consultar la guía de buenas prácticas, se incluirán próximamente los datos de desperdicio alimentario obtenidos en el informe técnico mencionado.

En el marco de la colaboración con diferentes sectores, como la sociedad civil, las empresas y las administraciones públicas, se ha elaborado un Código Aragonés de Buenas Prácticas frente al Desperdicio Alimentario.

El código de buenas prácticas se puede consultar en la dirección https://consumoresponsable.org/desperdicioalimentario/, junto con datos sobre este asunto de relevancia y sensibilidad social, consejos y un espacio para ir incluyendo a los nuevos actores y entidades que se adhieran.

Los objetivos de este acuerdo, al que se han sumado ya veinticinco entidades, son fomentar herramientas para abordar el desperdicio alimentario; firmar un acuerdo voluntario de estos actores para reducir el desperdicio y adherir a más entidades al acuerdo, e informar y sensibilizar a la sociedad sobre esta problemática, entre otros.