El parque del Cabezo Monteagudo, concretamente el tramo que une los emblemáticos monumentos caspolinos de la la Torre de Salamanca y la Ermita de la Horta, ha sido acondicionado y mejorado por el ayuntamiento con una inversión que ha superado los 9.000 euros. Según Prado Murillo (CHA), primera teniente de alcalde de la Ciudad del Compromiso y responsable del área de parques y jardines, "el parque y el entorno del mismo se encontraban en un estado lamentable de abandono".

Las obras realizadas han consistido en iluminar la zona, en tinieblas desde que los continuos actos vandálicos acabasen con todas las farolas, y además "se ha procedido a realizar un cerramiento peatonal, para que los vecinos puedan disfrutar del entorno", afirma Murillo.

Del mismo modo, se han vuelto a colocar las papeleras, se han repuesto los bancos y arreglado los baños de la torre, de modo que el lugar ha quedado acondicionado para el disfrute de la población y de los numerosos turistas, ya que "la Torre de Salamanca es uno de los monumentos por los que más se interesan los visitantes que quieren conocer Caspe", apunta Ana Rosa Llop, técnico de turismo del consistorio caspolino.

TORRE DE SEÑALES La Torre de Salamanca fue concebida como torre de señales durante la tercera de las guerras carlistas (1870-1875) y debe su nombre al general Manuel de Salamanca, que la mandó construir.

Su sobrio aspecto externo, con bastiones semicirculares y torreón central a modo de torre del homenaje, ha llevado a propios y extraños a llamarle el Castillo , aunque no lo sea. Fue restaurada en 1986 por la DPZ y actualmente es la sede del Museo de Heráldica de la Corona de Aragón.

En cuanto a la Ermita de Santa María de Horta, del siglo XI, es una de las escasas muestras de románico en la comarca bajoaragonesa. Situada originariamente en el paraje conocido como el Fondón, a varios kilómetros de Caspe, fue anegada a mediados de los 60 por la construcción del Pantano de Mequinenza.

En los 70, aprovechando una fuerte bajada del nivel del Ebro, y gracias al empeño y altruismo de gran número de caspolinos, fue rescatada de su emplazamiento y subida piedra a piedra hasta el Cabezo de Monteagudo, donde, junto a la Torre, forma un precioso conjunto monumental. El parque lo completan distintas piezas de molinos y de otra índole que se han colocado hasta crear un sitio acogedor y de notable valor sentimental entre los caspolinos.