El Congreso Nacional de Intervención Psicosocial en Emergencias y Catástrofes concluyó ayer en Huesca con una llamada urgente a favorecer la coordinación de los grupos que actúan ante episodios como los atentados del 11-M, cuya atención consideraron vital para las personas afectadas y sus familias.

Así lo expuso a los medios de comunicación el presidente del comité organizador del congreso, Angel Luis Arricivita, al dar a conocer las conclusiones recogidas de las aportaciones hechas por los más de cincuenta ponentes que han intervenido en los tres días que ha durado este foro. Arricivita, tras destacar el éxito de participación (unas 300 personas), comentó que el congreso ha permitido "dejar claro" el reconocimiento de la sociedad española a la atención psicosocial en situaciones de emergencia, sobre todo a raíz de los atentados del 11-M en Madrid.

Según explicó, "hasta ahora no nos dábamos cuenta de que en la atención de emergencias había aspectos más allá de la mera atención a las víctimas directas, pero la sociedad se ha encargado de demandar este servicio y ahora ya está corroborado que los aspectos psicosociales están presentes siempre".