Los primeros trabajos de rehabilitación de la iglesia del monasterio de Piedra ya han concluido. Después de tres meses de actividad, la reforma ha concluido con unos trabajos que han supuesto un desembolso de unos 300.000 euros. Una renovación para una de las edificaciones emblemáticas de un recinto al que cada año alrededor de 275.000 personas se desplazan, situado en la comarca de Comunidad de Calatayud, y que está declarado como Monumento Nacional desde 1983.

Cada ejercicio, Monasterio de Piedra SA, la empresa poseedora de este complejo, realiza importantes inversiones en el monumental edificio. Y este año han dedicado estos 300.000 euros para la restauración parcial de la iglesia de la abadía porque «había quedado un poco olvidada», explica José Pont, director general de la entidad gestora.

El pasado mes de abril comenzaron las obras y, tras tres meses de trabajo, ya ha concluido la primera fase que se ha centrado en rescatar la portada de la capilla en su totalidad, recuperando su policromía original. Además, se han asegurado las grietas de la clave del arco, la bóveda central y los muros laterales y, en la parte inferior, se han fortalecido los elementos susceptibles de desprendimiento.

Otros de los trabajos previstos es la intervención en el presbiterio y en la cripta, una limpieza en general, instalar un suelo de piedra y mejorar la iluminación.

Tendrán que llegar en fases posteriores de un plan que, en su cronograma, contempla retomar las obras después del verano por el incremento de la actividad estival y la llegada de turistas. El objetivo es que a finales de marzo del año que viene esté todo terminado, coincidiendo con el 800 aniversario de la Ceremonia de Traslación y ocupación física por los monjes cistercienses de los edificios del monasterio. La inauguración de la iglesia reformada será uno de los momentos destacados.

Mientras, las obras de esta primera fase se han llevado a cabo sin entorpecer el tránsito de visitantes y «todo ha ido según lo esperado, no ha habido sorpresas».

El director general del monasterio no espera que se incrementen las bodas tras la remodelación de la iglesia, ya que «la gente se casa los sábados de temporada buena y, afortunadamente, ya hay un buen nivel de contratación». Aunque afirma que «la iglesia tendrá una mejor imagen a nivel de bodas y evidentemente ganará en esplendor y será mejor para los clientes».