La cubierta de la nave central de la Colegiata Santa María la Mayor de Caspe luce renovado aspecto. Las obras, que comenzaron en el año 2002 y han sido finalizadas hace escasas semanas, han sido posible gracias a un convenio de colaboración que se firmó en el 2001 entre el ayuntamiento caspolino, la Diputación General de Aragón, la CAI, el Arzobispado y la parroquia. En total, se han invertido alrededor de 360.000 euros.

La intervención, muy necesaria, ha consistido en la sustitución de la cubierta de teja tradicional por el de losas de piedra. Esto en lo que atañe al tramo que va desde los pies hasta el centro de la iglesia. En cuanto al tramo restante de la nave central, esto es, desde el centro hasta la cabecera o altar, se ha optado por arreglar el tejado anterior.

Con todo, Jesús Gracia, párroco de la Ciudad del Compromiso, advierte de que la Colegiata "precisa urgentemente más actuaciones", sobre todo en los tejados de las capillas laterales, la de la sala capitular y la del Caritatero, acaso una de las más antiguas del edificio, que han padecido mucho en esta primavera tan lluviosa provocando filtraciones y goteras que han llegado a inundar buena parte del templo.

También la torre necesita una reforma, que pasaría por restaurar cada uno de los cuerpos en sillar, ladrillo y el remate original.

Igualmente, el interior del templo precisa un lavado de cara total, pues fue brutalmente castigado en la última contienda civil y presenta múltiples fisuras que pueden hacer peligrar la estabilidad del edificio.

IMPORTANCIA ARTISTICA Jesús Gracia, en declaraciones a este diario, realza la belleza del templo y su "importancia artística e histórica", que ha sido a lo largo de los siglos vigía de la actividad religiosa caspolina y joya señera del gótico bajoaragonés, aunque la singularidad de su trazado y su construcción en diversas fase hacen inviable adscribirla a un estilo arquitectónico concreto.

En su día formó junto al Convento de los Sanjuanistas y al Castillo del Bailío una verdadera acrópolis medieval. Hoy, tras sufrir expolios, saqueos, incendios y desmanes sin fin, la Colegiata de Caspe quiere recuperar las glorias añejas y, por ello, desde la parroquia, desde colectivos ciudadanos, como la Asociación de Amigos del Castillo del Compromiso, y por supuesto desde el propio ayuntamiento, se trabaja con el objetivo de recuperar y salvar definitivamente a esta seña de identidad del Bajo Aragón.

Precisamente en el pórtico de la Colegiata Santa María la Mayor, hace casi 600 años, San Vicente Ferrer proclamaba a Fernando de Antequera como nuevo rey de la Corona de Aragón, en el hecho singular conocido para siempre como como el Compromiso de Caspe.