Tres meses después de su cierre "temporal", la hospedería del Monasterio de Rueda, dependiente del Gobierno de Aragón, sigue sin un gestor que se haga cargo de las instalaciones. Recientemente, se convocó un concurso que volvió a ganar el Grupo Cantoblanco, el mismo que había explotado el parador hasta el pasado 30 de enero, cuando la DGA lo clausuró alegando que se iba a aprovechar la salida a licitación para llevar a cabo obras de mejora.

Sin embargo, según denunciaron ayer fuentes del personal que trabajó en Rueda, Arturo Fernández, a la cabeza del Grupo Cantoblanco, no presentó la fianza exigida por la Administración para hacerse cargo de la hospedería y el concurso se declaró de nuevo desierto, algo que ya pasó en enero pasado.

"Estamos en una situación que nos impide reclamar la reinserción laboral", señaló ayer Javier Aguayo, representante de los 13 empleados afectados, que fue director de la hospedería.

Este extrabajador explicó que, en esta ocasión, el Grupo Cantoblanco se presentó al concurso junto con la sociedad Hotel Osera, SL, que gestiona el hotel portal de Monegros, en la Nacional II, en la localidad de Osera de Ebro.

"Con esta sociedad, Cantoblanco quedó ganador, pero al igual que en el concurso del anterior, tras los 15 días de rigor concursal, no puso el dinero de garantía y se ha declarado desierto el concurso", indicó Aguayo, que señaló que en la misma situación se encuentra la hospedería de La Iglesuela del Cid.

En cuanto al monasterio nuevo de San Juan de la Peña, que estuvo dirigido por el grupo Touractive, ha sido adjudicada a Huno Gestión Hotelera, mientras que la hospedería de Allepuz se ha atribuido a Com.Turismo. Y, de momento, nada se sabe de la hospedería del Papa Luna, en Illueca, que había atraído el interés de un importante industrial.

"Llevamos tres meses en paro y estamos desencantados", manifestó Aguayo. "El Gobierno de Aragón nos quería hacer creer que habría muchos candidatos y resulta que no hay nada de eso", añadió el antiguo director, que sospecha incluso que todo sea una argucia para que la nueva empresa titular no contrate al personal que trabajaba en el establecimiento. "En el aeródromo de Santa Cilia, en cambio, sí que se han hecho cargo de los empleados tras un cambio de dirección", aseguró.