Las líneas de autobús urbano 25, 32, 33 y 36 recuperan hoy a las nueve de la mañana su itinerario oficial por la calle Conde Aranda. La avenida ha permanecido cortada al tráfico durante los últimos diez meses con motivo de las obras de remodelación impulsadas por el Ayuntamiento de Zaragoza. La línea 22 realizará parcialmente el mismo trayecto que antes de comenzar con los trabajos en esta emblemática vía, mientras que el de la 27 se modifica definitivamente.

Según informaron fuentes del área de Movilidad Urbana, mientras continúen las obras en la plaza del Portillo, que se prevé finalicen este mes de mayo, la línea de bus 22 no llevará a cabo su recorrido habitual. Esta línea será desviada desde Conde Aranda por paseo María Agustín y plaza Europa, donde realizará el cambio de sentido y se incorporará a su itinerario oficial, en el paseo María Agustín. Se efectuará una parada provisional en Conde Aranda 122, con dirección La Bombarda.

Por otra parte, la línea 27 cambia definitivamente el trayecto que tenía hasta antes de comenzar las obras en Conde Aranda, por la imposibilidad de realizar el giro desde César Augusto. A partir de ahora, el bus discurrirá por la avenida César Augusto, calle Predicadores (dirección parque deportivo Ebro), paseo Echegaray y Caballero y avenida César Augusto (dirección Puerta del Carmen).

La apertura al tráfico de esta vía responde a motivos prácticos, ya que la inauguración oficial se producirá cuando concluyan las obras de la plaza del Portillo, en mayo. Para esta ocasión, el consistorio zaragozano pretende organizar una fiesta ciudadana en colaboración con los comerciantes del sector y las asociaciones de vecinos del Casco Histórico.

UNA REFORMA INTEGRAL Los trabajos de reforma integral de esta calle de la ciudad comenzaron el pasado 1 de julio. Esta actuación se sumó entonces al cierre de otras arterias básicas de Zaragoza como avenida Cataluña, Coso Alto, plaza España y Fray Julián Garcés, lo que obligó a desviar a 326.000 usuarios del transporte público.

La empresa Mariano López Navarro ha sido la encargada de desarrollar las obras, que han contado con un presupuesto de más de cinco millones de euros. El plazo previsto de ejecución era de diez meses, que se cumple hoy.

Con esta intervención en Conde Aranda, muy reivindicada por comerciantes y vecinos, se ha pretendido regenerar esta emblemática y comercial vía de la capital aragonesa. Para ello, el proyecto ha contemplado el ganar espacio para los peatones y dar primacía al transporte público.