La empresa responsable de los frenos del tranvía de Zaragoza ha sido condenada por un accidente ocurrido en la capital aragonesa, en enero del pasado año. El magistrado del Juzgado de Primera Instancia número 10 de Zaragoza, Carlos Ignacio Marín Ibáñez, obliga a Electrosistemas Bach a indemnizar con 7.606,93 euros a una mujer que sufrió lesiones en una muñeca.

El titular de este juzgado resalta que quedó probado desde el primer momento que el conductor del convoy no tuvo responsabilidad alguna, sino que el siniestro tuvo lugar "como consecuencia de un fallo del sistema de ayuda del piloto". Resalta en la sentencia que la baliza que se encontraba delante del tranvía en el que viajaba la mujer herida envió la señal como si la velocidad fuera de más de 50 kilómetros por hora cuando realmente circulaba a unos 26 o 27.

La existencia de este error, afirma el juez, se evidenció desde el momento de la contestación a la demanda por parte de la empresa de los frenos, que aportó un informe en el que hablaba de "fallo" en reiteradas ocasiones, pero que, con posterioridad, fue sustituido en el acto del juicio por el de "incidencia". También rechaza que intentara hacer responsable a la constructora que realizó el trazado de la línea.

El magistrado reconoce que no va a entrar a valorar en la responsabilidad de la UTE constructora porque no está demandada, aunque sí le abre la puerta a la empresa de frenado para que lo haga de cara a "despejar responsabilidades".

En la sentencia asevera que no es responsable de este accidente Tranvías Urbanos de Zaragoza. Descarta que la acción del conductor tuviera que ver y valora que desde el primer momento se asistiera a la víctima.

La víctima, defendida por el abogado Ignacio Pérez-Santander, será indemnizada tras sufrir una torsión de su muñeca derecha y contusión en la misma rodilla, teniendo que ser asistida en una clínica privada de la capital aragonesa. Necesitó tratamiento fisioterapéutico y quirúrgico que ya pagó en su día la aseguradora de los tranvías.

El percance tuvo lugar el 13 de enero del pasado año cuando sufrió una caída durante un frenazo. Ella estaba sentada como pasajera, si bien a la altura de la avenida de Goya con Gran Vía, salió disparada, sin que el conductor tuviera que ver algo con el movimiento de este transporte público.