En abril del año pasado José María Vela y Desiré Rey se quedaron sin techo bajo el que poder dormir. Una amiga suya les ofreció su casa y esta pareja le devolvió el favor robándole dinero y joyas. Ayer, ambos reconocieron los hechos y aceptaron una condena de nueve meses de prisión como responsables de un delito de hurto y otro de estafa. El amigo de estos dos procesados que vendió una de las joyas, Jorge Sanz, aceptó una pena de tres meses por un delito de receptación.

Todos ellos se sentaron ayer en el banquillo del Juzgado de lo Penal número 4 de Zaragoza. Inicialmente se enfrentaban a condenas de hasta 18 meses de cárcel, si bien la Fiscalía rebajó la petición inicial debido a que los encausados repararon el daño cometido y sus abogados defensores (Olga Oseira, Francisco Perulán y Susana Rodríguez) presentaron informes de drogadicción que les atenuaron la pena.

José María Vela y Desiré Rey reconocieron que sustrajeron joyas de la madre de su amiga por valor de 2.904 euros y que también le quitaron la libreta con la que hicieron movimientos bancarios (extracciones y transferencias) a su favor por 6.003 euros.