La Audiencia de Huesca ha condenado a seis años de prisión a la mujer que fue juzgada por un jurado popular como presunta autora responsable de la muerte de su marido, en una finca del municipio oscense de Zaidín.

La sentencia del magistrado que presidió el juicio se ajusta al veredicto del jurado e impone a la procesada cinco años de cárcel por las graves lesiones que causó a la víctima con un cuchillo y un año más por un delito de homicidio por imprudencia.

La resolución, a tenor de lo expresado por el jurado, descarta que la mujer tuviera intención de matar a su marido al herirlo con un cuchillo, así como la acusación de asesinato de que le responsabilizaron inicialmente el fiscal y la acusación particular para pedir condenas de 20 años de prisión.

Para establecer la condena, el magistrado aplica una eximente incompleta de alteración psíquica y una atenuante de confesión espontánea, aunque compensa parcialmente estas circunstancias con dos agravantes de alevosía y parentesco.

A la vista de que la mujer, en prisión desde que ocurrieron los hechos, en julio del 2012, podría salir de la cárcel en libertad condicional en próximas fechas dado el tiempo transcurrido de su condena, el juez prohíbe a la procesada residir en Zaidín durante 16 años y comunicarse durante este periodo de tiempo con los dos hijos del matrimonio. También le condena a pagar a cada uno de los hijos una indemnización de 35.000 euros por los daños morales causados, así como una cantidad sin determinar correspondiente a los gastos médicos que originó la atención médica del padre.

Los hechos tuvieron lugar en julio de 2012 en una propiedad rural familiar ubicada en Zaidín, y tuvieron su origen en las numerosas cuchilladas que asestó la mujer, Rosa María T. S., a su marido, que falleció casi un año después debido a la gravedad de las lesiones sufridas.

La sentencia, siguiendo el hilo del veredicto, señala que la procesada inmovilizó previamente a su marido en una cama y que fue allí donde le agredió sin posibilidad de que la víctima se defendiera.

Señala a este respecto el presidente del tribunal que la acusada "clavó repetidamente el cuchillo en el cuerpo de su esposo con el propósito de causar un daño a su integridad física, pero no de matarle", y que no adoptó "ninguna precaución" para evitar el fallecimiento. Considera, además, que la mujer tenía sus capacidades intelectuales mermadas a causa de un tratamiento antidepresivo, aunque descarta que este trastorno tuviera relación con unos supuestos tratos vejatorios de la víctima.