La Audiencia de Zaragoza ha condenado a Ángel Francisco Cortés a 10 años de prisión por los abusos sexuales continuados que sufrió su sobrino nieto menor de edad en un bloque de viviendas de la capital aragonesa.

Los hechos relatados en la denuncia se remontan a la Nochevieja del 2014 en el domicilio familiar del acusado, de 54 años, en el que debía de pasar la noche la joven víctima, de 12 años en esos momentos, después de las celebraciones.El tribunal considera probado que el procesado se prevalió de la influencia que tenía sobre el menor por su relación de parentesco para someterle, con «indiscutible ánimo libidinoso», a prácticas sexuales.

Los magistrados destacan que entre los meses de enero y febrero de ese mismo año, se volvieron a producir episodios similares de abusos y argumentan que el menor, en cada uno de ellos, «se bloqueaba y no sabía qué hacer».

Las amenazas del hijo menor del acusado con revelar lo ocurrido provocaron una conversación entre las madres de los dos jóvenes que se zanjaron con la interposición de una denuncia por abusos sexuales, una vez reveladas estas prácticas por la víctima a su progenitora. La propia madre relató en el juzgado de instrucción que su hijo no quería denunciar los hechos al principio ante la «vergüenza» que le daba que lo supiera su padre y que eso le llevó a «pensar en suicidarse tirándose por una ventana». Esta sentencia no es firme.