La Audiencia Provincial de Zaragoza ha condenado hoy a 15 años de cárcel a Jaime Álvaro Fuenzalida por el asesinato de su hermana, a la que asfixió con una cuerda de tendedero, tras ser declarado culpable por un jurado popular.

Tras la lectura del veredicto en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Zaragoza, el pasado día 21 de febrero, la fiscal solicitó 18 años de cárcel por un delito asesinato con la agravante de parentesco y 15 en el caso de que el tribunal no reconociera este vínculo, circunstancia acontecida en esta ocasión.

Por su parte, la abogada defensora, Carmen Sánchez Herrero, solicitó al conocerse el veredicto la pena mínima de 15 años y anunció que recurrirían la sentencia hoy emitida al defender la inocencia de su cliente.

Fuenzalida, de 55 años y de origen chileno al igual que el resto de sus hermanos, remarcó durante el juicio la buena relación que tenía con su hermana Ana Delia, a la que llamó "su segunda madre", pero el jurado consideró probado que se llevaban mal y discutían.

Los hechos se remontan al 18 de junio de 2012 cuando el acusado subió con Ana Delia al domicilio que ambos compartían en la Plaza Roma tras tomar un café en un bar.

El jurado consideró probado que la estranguló desde atrás para posteriormente abandonar el domicilio e ir a visitar a la hermana de ambos, enferma de cáncer e ingresada en la Clínica Quirón.

El acusado habría regresado posteriormente al domicilio, aunque el jurado no está seguro de la hora, y fue entonces cuando habría movido el cadáver y fingido realizarle la reanimación antes de la llegada de los servicios de emergencia.

Una primera autopsia, que el jurado catalogó de "informe preliminar" tras la declaración del doctor que la practicó, afirmaba que la muerte se produjo debido a un ataque al corazón.

Sin embargo, una segunda autopsia, realizada tras solicitar la devolución del cuerpo que aún no había sido enterrado ni incinerado a pesar de que hubo tiempo para ello, concluyó que la víctima había muerto estrangulada.

A lo largo del juicio declararon forenses, policías, el portero de la finca y miembros de la familia, que sostuvieron la inocencia del ahora condenado por asesinato.

El jurado pudo escuchar además la lectura de la declaración de la segunda hermana, que falleció a causa del cáncer.