El Juzgado de lo Penal número 3 de Zaragoza condenó ayer a dos años de cárcel a Francisco M. P. como autor de un delito de abusos sexuales en la persona de un discapacitado mental al que trató de masturbar en su domicilio de la capital aragonesa, aprovechándose de su minusvalía.

Los hechos se remontan a la segunda mitad del 2016, según la sentencia, que establece que el acusado, de 59 años, llevó a la víctima, de 47, a su casa y, una vez allí, la obligó a tumbarse en una cama y, tras bajarle la cremallera del pantalón, «le sacó el pene y comenzó a moverlo en acción de masturbación». Para ganarse su confianza, en otras ocasiones, le había regalado un balón y un collarín para el cuello.

La sentencia establece que el perjudicado presenta una discapacidad del 68,5%, por lo que presenta una especial vulnerabilidad y está incapacitado para prestar su libre consentimiento en actos sexuales.

La condena se basa en el testimonio de la víctima, de la que el forense dijo que carece de capacidad para fabular. Además, tiene en cuenta el testimonio de la hermana y tutora del discapacitado, así como el hecho de que este reconociera fotográficamente al autor de los abusos sexuales «sin ambigüedades y sin contradicciones relevantes». El letrado José Ignacio Cabrejas, representante legal de la víctima en el juicio, manifestó ayer su conformidad con la sentencia condenatoria.