La Audiencia de Zaragoza ha condenado a 6 meses de prisión a un hombre que se sirvió de un falso proyecto de revista publicitaria para estafar a una agencia de comunicación de la capital aragonesa alrededor de 27.000 euros.

El engaño se fraguó a mediados de 2014, cuando el acusado, de 50 años, se puso en contacto con la gerente de una agencia publicitaria que conocía previamente para anunciarle el proyecto de creación de una revista dirigida al turismo, "Zaragoza 48 horas", y ofrecerle la gestión de la publicidad contratada.

Según el tribunal, ambas partes alcanzaron un acuerdo verbal que comprometía a la agencia a facturar y cobrar las distintas cantidades negociadas con potenciales clientes cuyos datos personales y bancarios tenía previsto proporcionar previamente el acusado.

El acuerdo obligaba a la agencia, una vez cobradas las distintas cantidades negociadas, a remitir al acusado pagarés con lo percibido, tras descontar una comisión del 12 por ciento sobre el total.

El encausado se dirigía de forma inmediata con los pagarés a una entidad financiera de gestión de créditos para conseguir el dinero.

Un tiempo después, añade la sentencia, comenzaron a ser devueltos los recibos a la agencia, que no tuvo, sin embargo, constancia del fraude hasta que comenzó a recibir llamadas de personas que manifestaban con indignación que se les había facturado por servicios inexistentes o desconocidos para ellos.

La Audiencia de Zaragoza condena al acusado por un delito de estafa a 6 meses de prisión con la atenuante de reparación del daño, ya que después de denunciarse el fraude devolvió a la agencia publicitaria alrededor de 8.000 euros.

El tribunal deja para el trámite de ejecución de sentencia el establecimiento de la cuantía total de la indemnización pendiente, al estar todavía en trámite un proceso civil iniciado contra la agencia de comunicación por la entidad financiera que se hizo cargo de los pagarés emitidos.

Los magistrados absuelven a un supuesto socio del acusado en el proyecto de creación de la revista tras argumentar que aunque es "presumible" que conociera parte de la actividad denunciada, no existen pruebas de su implicación en los hechos.