El titular del Juzgado de Instrucción nº3 de Teruel ha condenado a David M.C. como autor responsable de un delito de violencia contra la mujer, en su modalidad de lesión de menor gravedad, a la pena de seis meses de prisión, al que le ha denegado la petición de no ingresar en prisión al ser reincidente.
El juez considera probado que el pasado 14 de abril, a las 4 de la mañana, el hombre profirió expresiones insultantes y una bofetada en la mejilla a su pareja en el domicilio familiar.
Con la bofetada la mujer acabó tirada en el suelo y posteriormente el hombre la zarandeó, describe el magistrado en la sentencia. A consecuencia de ello, la mujer sufrió una erosión en la cara y una "contusión en el brazo".
Señala además el juez que el hombre tiene "un carácter extremadamente celoso y posesivo" lo que se muestra en que no dejaba salir a la mujer de la vivienda familiar si no le decía "quién es su amante, llegando incluso a buscar restos de semen por la casa y por la cama".
La sentencia del juez establece también la prohibición para el condenado de acercarse a la mujer o comunicarse con ella durante el plazo de un año y cuatro meses.
Tras dictar esta sentencia de conformidad, el magistrado ha dictado un auto denegando la suspensión de la pena de prisión que se solicitaba para el condenado.
El juzgador adopta esta decisión después de valorar que el condenado no ha delinquido por primera vez y que por los hechos ocurridos ha dado muestras, "sobradas y suficientes", de ser una persona incapaz de controlar sus impulsos antes de actuar.
Además, recuerda el auto, se halla en libertad condicional por anteriores delitos contra la salud pública y contra la seguridad vial y resalta el elevado riesgo de reiteración delictiva.
Por todo ello, concluye que el condenado no es merecedor del beneficio de suspensión de la pena impuesta.
Por otro lado, el mismo juez ha condenado a otro hombre, Sergio C.E., a 40 jornadas de trabajo en beneficio de la comunidad por proferir amenazas por teléfono móvil a su expareja, además de condenarle a aproximarse a menos de 200 metros y comunicarse por teléfono con ella.
