La Audiencia Provincial de Zaragoza ha condenado a tres años de prisión a un octogenario que abusó sexualmente de una niña de seis años delante de la hermana menor de esta, de tres. Los magistrados de la Sección Tercera han tenido en cuenta su principio de alzhéimer (hoy en día más avanzado, y por el que fue incapacitado) en el momento de los hechos, así como la ausencia de secuelas en las menores, pero consideran que no pueden dejar de castigar esta conducta, con dos años y seis meses por los abusos sexuales y otros seis meses por el exhibicionismo respecto a la segunda menor. Tendrá que indemnizarlas además con 7.000 euros.

Los magistrados dan plena credibilidad al testimonio de la madre de las niñas, que fue quien descubrió los hechos.

Según los ven probados, el hombre estaba viviendo en casa de su hijo en Alcalá de Ebro, a la que habían ido de visita unos amigos con sus hijas.

En un momento dado del 2 de abril del 2015, el abuelo se llevó a las dos niñas a una habitación, se bajó los pantalones y los calzoncillos y, tras quitarle también los pantalones y las bragas a la niña de seis años, se la sentó a horcajadas en las piernas.

De esta guisa se lo encontró la madre de las menores cuando, extrañada por no verlas correteando por la casa, comenzó a revisar las habitaciones.

Pese a que el condenado aseguró en el juicio que no recordaba nada, ante el juzgado de instrucción alegó en su día que la menor le «sobó», lo que es un indicio de que la declaración de la madre es cierta. Fue lo que contó desde el primer momento al hijo del condenado, el amigo que le había invitado a pasar unos días en casa.

Para los magistrados, de los hechos se desprende un «indudable ánimo libidinoso», independientemente de que las menores no tengan secuelas o de que el hombre consumase o no lo que pretendiera hacer.