La rabia por el asesinato de uno de sus mejores amigos llevó, en noviembre del 2012, a Mikel Muñoz Jiménez a amenazar de muerte al autor del crimen y a su familia, durante el juicio celebrado en la Audiencia Provincial de Zaragoza. Ayer se sentó en el banquillo del Juzgado de lo Penal número 7 de la capital aragonesa, si bien sus palabras de arrepentimiento consiguieron que evitara entrar en prisión.

Este joven se enfrentaba a siete años y medio de cárcel, tal y como pedía el letrado Mariano Bonías, pero un pacto con el abogado defensor, José Cabrejas, al que se adhirió la Fiscalía, le permitió rebajar la importante pena de privación de libertad a una multa de 360 euros. Los cuatro delitos continuados de amenazas y los de obstrucción a la Justicia fueron sustituidos por cuatro simples faltas.

Junto al pago de este dinero, Mikel Muñoz Jiménez no podrá acercarse a menos de 300 metros a sus denunciantes en un periodo de seis meses. Así lo acordó el magistrado en una sentencia in voce , que ya es firme, debido a que todas las partes anunciaron que no iban a recurrir.

PERDÓN

El acusado admitió que había amenazado al asesino de Alagón, Rafael Viñuales Kleine --cuya condena de 11 años y medio de prisión fue confirmada recientemente por el Tribunal Supremo--, a su padre Rafael Viñuales Serrano --también procesado-- y a la esposa e hijas. "Lo reconozco, estoy muy arrepentido y pido disculpas", señaló.

Los miembros de esta familia coincidieron en afirmar ante el juez que sintieron "mucho miedo" cuando escucharon durante el juicio cómo Mikel Muñoz Jiménez les decía frases como "os mataremos, tu hijo saldrá de la cárcel a trozos, a tí te queda poco, vais a morir todos" o "tu hijo no va salir de la cárcel, lo sacaremos en carretillo".

Uno de ellos, Rafael Viñuales Serrano --condenado a una falta de amenazas contra la víctima del crimen-- espetó: "¿Qué persona no siente temor cuando le amenazan de muerte?".

Quien no declaró fue Rafael Viñuales Kleine, autor del disparo que mató a Juan Gonzalo Escolano cuando este, acompañado por otros tres jóvenes, fue a visitarle a la gasolinera de Alagón, en septiembre del 2011, con la intención de cobrar una deuda.

Se da la circunstancia de que el joven ayer enjuiciado por amenazas estuvo acusado por encubrir la muerte de Iñaki de Las Heras, ocurrida en la zaragozana calle Contamina, en año 2008. Se enfrentaba a 2 años de cárcel, pero fue absuelto.