La Audiencia de Huesca ha condenado a 4 años y 3 meses de prisión y al pago de una multa de diez mil euros a un hombre de 33 años que proyectaba distribuir 117 gramos de cocaína entre los participantes en una fiesta sexual privada, que debía tener lugar en un apartamento de la capital altoaragonesa.

En su resolución, el tribunal admite que aunque la cocaína incautada tuviera como destino final su reparto entre los asistentes a una "orgía", la acción no debía considerarse como un "consumo compartido" no sancionable, sino como un delito de tráfico de drogas, ya que el acusado tenía previsto venderla al resto de participantes de la fiesta.

El procesado, Juan Carlos G. S., de origen colombiano y residente en Barcelona, fue detenido en noviembre de 2003 por miembros de la comisaría de policía de Huesca, alertados de la presencia de un vehículo en el centro de la ciudad que circulaba de forma temeraria.

DROGA OCULTA Según la sentencia, a la que ha tenido acceso Efe , el nerviosismo del presunto traficante en el momento de ser interceptado su turismo, en el que viajaba junto a su compañera sentimental, llevó a los agentes a registrar el vehículo y al sospechoso, que portaba la droga oculta en sus genitales.

Durante la instrucción del caso, el procesado mantuvo que había adquirido la droga para repartirla entre los asistentes a una "fiesta sexual", versión que fue compartida en el juicio por el propietario del inmueble donde debía tener lugar.

A juicio del tribunal, el acto de promoción del consumo de drogas "queda patente" en la intención del acusado de distribuir la sustancia adquirida previamente por él entre desconocidos, aunque no tuviera intención de obtener beneficios económicos.

Durante la vista, el acusado relató que la "fiesta sexual", que se iba a prolongar durante todo un fin de semana, debía reunir inicialmente a unos diez hombres y a un número sin determinar de mujeres.

Por otro lado, un joven de 20 años fue puesto ayer a disposición judicial por un presunto delito de tráfico de drogas, tras ser detenido en la localidad de Aínsa con diversas cantidades de cocaína, marihuana y hachís que ocultaba en el envase de un carrete fotográfico.