El joven que fue condenado el pasado mes de marzo a 8 años de prisión por extorsionar y torturar durante 5 años a una vecina de Sabiñánigo (Huesca) con la excusa de que había roto un código de conducta de una supuesta banda latina, Saúl Planas García, seguirá en libertad provisional. Así lo ha decidido la Audiencia de Zaragoza.

En su auto, el tribunal rechaza la petición de ingreso en prisión provisional realizada por la Fiscalía y la acusación particular al entender que el proceso penal no ha concluido, ya que el procesado recurrió la sentencia condenatoria ante el Tribunal Supremo.

Destacan los magistrados que el hecho de que recaiga una sentencia condenatoria en primera instancia, mientras el condenado disfruta de libertad provisional, «no tiene, como consecuencia necesaria, que se revoque tal situación o que haga imperativo rectificarla». Por otro lado, falta que su novia, Jessica V. V., sea juzgada, ya que no se llegó a sentar en el banquillo de los acusados porque estaba en paradero desconocido. Fue detenida, tal y como adelantó este diario, en el aeropuerto de Madrid-Barajas. Curiosamente, a diferencia del condenado, esta joven espera en la cárcel a ser juzgada ante la Audiencia de Zaragoza.

El tribunal consideró probado que el acusado, de 32 años, paó de ejercer una tenue presión inicial a amenazar a la joven, mediante llamadas telefónicas, mensajes y WhatsApp, con darle una paliza y causarle graves lesiones.

Hasta el 2015, Saúl Planas García obtuvo 18.000 euros mediante pagos en metálico, ingresos en cajeros o por giro postal, aunque también consiguió otros 16.000 de una sola vez tras saber que su víctima había vendido un piso cuya propiedad compartía con su padre, y 3.300 más procedentes de unas devoluciones hechas por unas finca. Además, le convenció para que comprase un vehículo Mercedes clase A y lo pusiera a su nombre, llegando a estafarle en el conjunto de sus extorsiones, un mínimo de 40.000 euros.

Una de las extorsiones se llevó a cabo con torturas con un cuchillo ardiendo.