Si la DGA cumple su previsión de devolver el expediente del plan Romareda al Ayuntamiento de Zaragoza con la petición de información complementaria en los capítulos de tráfico y accesos, la construcción del futuro estadio y de su centro comercial sufrirá retrasos, pero los responsables del Gobierno municipal PSOE-CHA están dispuestos a asumir las condiciones que ponga el Gobierno autónomo para mejorar el proyecto urbanístico.

Como adelantó ayer este diario, el Consejo de Ordenación del Territorio de Aragón (COTA) se reunirá el próximo 17 de diciembre para estudiar el caso y todo apunta a que éste organismo, dependiente de la Consejería de Obras Públicas, no aceptará en el primer intento el expediente municipal.

Fuentes de la consejería precisaron que no se piensa en emitir un informe negativo, sino en pedir informes complementarios para solventar los posibles problemas de congestión de tráfico y de accesos al Hospital Miguel Servet que plantean técnicos y políticos de la Administración autonómica.

EL INFORME DE SALUD Además del informe en materia de Protección Civil, que se mostró contrario al proyecto, el departamento de Salud de la DGA ultima otro estudio encargado expresamente por Obras Públicas en el que se detallarán las posibles afecciones al Servet que el proyecto tendría que superar.

Como ya indicó públicamente la consejera María Luisa Noeno, el impacto del actual estadio está asumido, pero la ampliación de localidades y la construcción de un centro comercial de 42.000 metros cuadrados junto al campo pueden causar dificultades al hospital.

El consistorio ha solicitado a la DGA permiso para recalificar el suelo destinado precisamente a este nuevo edificio de uso terciario, y sus técnicos consideran que el aumento de vehículos en la zona por el poder de atracción de este nuevo equipamiento se solventaría con unas 400 plazas del nuevo estacionamiento subterráneo que forma parte del plan.

Sin embargo, y según señaló a este periódico el teniente de alcalde de Urbanismo, el nacionalista Antonio Gaspar, el ayuntamiento está dispuesto a seguir las instrucciones de la DGA e incorporar las correcciones que sean necesarias "porque lo que buscamos es que el proyecto salga adelante en las mejores condiciones posibles". Gaspar añadió que en el caso de que el COTA devuelva el expediente al ayuntamiento con solicitud de nuevos informes "el plan sufrirá retrasos".

El plan de tráfico de la nueva Romareda prevé desviar los vehículos hacia vías secundarias para descongestionar Isabel la Católica, pero podría incorporar, además nuevos accesos para el hospital.