La Guardia Civil de la Comandancia de Teruel investiga a un conductor que el pasado febrero circulaba a triple velocidad de la máxima permitida en un control establecido con motivo de la pandemia en la A-23 a su paso por Calamocha. El automovilista está investigado como presunto autor de un delito contra la seguridad vial.

Los hechos ocurrieron en el kilómetro 186,5 de la autovía A-23, en el término municipal de Calamocha. El conductor del turismo circulaba a una velocidad de 130 kilómetros por hora dentro de un control de movilidad, cuando el límite estaba establecido en 40 kilómetros por hora.

En el punto donde fue interceptado, los agentes del Subsector de Tráfico de Teruel habían establecido un dispositivo debidamente señalizado para el control de la circulación con motivo de las actuales restricciones provinciales por la covid-19. Las diligencias abiertas por los guardias civiles fueron remitidas al Juzgado de Instrucción de Calamocha.