Conducir una furgoneta usando el teléfono móvil nunca es buena idea por el riesgo de sufrir un accidente, pero cuando uno transporta nada menos que 76 kilos de marihuana el resultado puede ser el de acabar detenido. Es lo que le ocurrió a un vecino de Madrid, identificado como J. R. F. S., quien ya duerme en la cárcel de Zuera, después de que una patrulla de la Guardia Civil le sorprendiera en la A-2, en el término municipal zaragozano de Calatayud.

Eran las 21.30 horas cuando una patrulla observó como el conductor de una Citroën Jumper iba hablando por teléfono. Inmediatamente le dieron el alto para notificarle la sanción, pidiéndole que saliera a la altura del punto kilométrico 242 para evitar afecciones al tráfico.

Cuando bajó la ventanilla, los guardias civiles comenzaron a oler a marihuana, algo que en un primer momento les hizo pensar que J. R. F. S., de 50 años, podía haber fumado en el interior del vehículo, si bien decidieron realizar un registro de la furgoneta y ahí vino la sorpresa. El explicó que iba a realizar la mudanza de un amigo.

EN CAJAS

Los agentes decidieron abrir la puerta lateral de la furgoneta, hallando gran cantidad de cajas en cuyo interior había marihuana.

Según fuentes del instituto armado, en total localizaron 58 paquetes de idénticas características, distribuidos en el interior de maletas, cajas y bolsos de viaje, cuyo peso total ascendió a 76 kilogramos de cannabis sativa.

El detenido, vecino de Madrid y al que le constan antecedentes policiales, fue trasladado a dependencias oficiales de La Almunia de Doña Godina, y ayer quedó a disposición judicial, decretando el juez de guardia su ingreso en el centro penitenciario de Zuera. El magistrado le imputó un delito contra la salud pública por tráfico de drogas.

La Guardia Civil continúa la investigación para determinar la procedencia y el destino de la sustancia intervenida que superaría los 112.000 euros, según fuentes de la Benemérita. Es cada vez más habitual que la marihuana cultivada en España traspase las fronteras del país. La explicación es el precio de esta droga en el resto de Europa. Los datos de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) certifican que en España cada gramo de marihuana cuesta unos cinco euros. En Francia, casi el doble, 9,3 euros. En Alemania el precio asciende hasta a los 11,1 euros. En Finlandia, el extremo opuesto del continente, se paga a una media de 18 euros.

De ahí que el cultivo indoor, que es como se conoce popularmente a las plantaciones en el interior de viviendas, haya aumentado de forma exponencial no solo en Aragón, sino en todo el país. El último arresto de estas características se produjo en Caspe donde fueron intervenidas 101 plantas y cuatro personas fueron arrestadas. Solo en el año 2017 entre las tres provincias aragonesas, el Área de Sanidad de la Delegación del Gobierno en Aragón recepcionó para su destrucción un total de 9.256 kilos de marihuana. Zaragoza fue el territorio donde más sustancia estupefaciente de este tipo fue intervenido. 4.621 kilos de cannabis y 2.130 en forma de resina. De hecho, se detuvieron a 413 personas y se interpusieron 11.473 denuncias por tráfico de drogas.