Un conductor resultó ayer gravemente herido al caer sobre su vehículo un trozo de hielo a la salida del túnel de Bono, en el término oscense de Montanuy. El accidente tuvo lugar en la carretera N-230, que une Lérida con el valle de Arán por el este de la provincia oscense. Se trata de una zona de alta montaña que estos días ha recibido copiosas nevadas.

Esta situación atmosférica ha provocado problemas de circulación y un acentuado deterioro en numerosas vías del Pirineo y del Prepirineo. Una de las carreteras más afectadas es la autonómica A-139, entre Graus y el valle de Benasque, hasta el punto de que el PP oscense emitió ayer un comunicado en el que pedía el urgente arreglo de esta importante arteria de la Ribagorza. De hecho, un alud en el kilómetro 66 ha obligado a su cierre.

Otra carretera que en invierno ve aumentada su peligrosidad es la A-1604, entre Hostal de Ipiés y Boltaña. A su trazado sinuoso y a su estrechez se une ahora el problema de las placas de hielo, al igual que en muchas otras vías, como en la carretera de Jaca a Hecho por Aísa, la de Puente la Reina a Ansó y la de Biescas a Francia. En general, debido a la ola de frío, todas las vías pirenaicas presentan estos días un elevado riesgo de accidente.