Carlos M., el joven turolense de 22 años acusado de arrollar mortalmente a José Albelda, un vecino de Cella de 43 años, afirmó ayer en el juicio celebrado en Teruel que vio a la víctima de lejos, con otro ciclista (que resultó herido), pero que un animal se cruzó en la vía y provocó que los ciclistas salieran del arcén, desencadenando el atropello.

Su argumento, según informó Aragón TV, no fue confirmado por la Guardia Civil, que negó que hubiese rastro de esa maniobra brusca en la carretera, y el propio herido negó que apareciese ningún animal.

El joven, según se confirmó en el juicio, dio positivo en tres tipos de drogas, entre ellas cocaína y éxtasis, además de en alcohol, aunque dijo que solo había tomado dos cervezas. Dio positivo tras el control al que le sometieron en el lugar del siniestro, ocurrido el 16 de julio del año pasado, a mediodía, en la N-420 a su paso por Teruel.

Fiscalía mantuvo para él la petición de cuatro años de cárcel por homicidio imprudente agravado por el consumo de alcohol y drogas, mientras la acusación particular la eleva a cinco, al considerar que también condujo de forma temeraria. Un testigo le vio a gran velocidad.