No ha tenido un buen comienzo de año la concejala de Movilidad del Ayuntamiento de Zaragoza, Natalia Chueca, que además de tener que lidiar con la huelga de los trabajadores del tranvía ahora también tiene que estar vigilante por el camino que pueden adoptar las protestas de los conductores del autobús urbano que, por ahora, han iniciado un calendario de movilizaciones.

Hoy ha sido primer día en el que los empleados de la contrata de Avanza Zaragoza se han concentrado este jueves para protestar por la «negativa» de la empresa a negociar el convenio colectivo, caducado desde el 1 de enero del 2020.

«Están tratando de ralentizar las conversaciones y no estamos dispuestos. Llevamos desde noviembre del 2019 negociando el nuevo convenio y no hemos logrado avanzar en nuestros mínimos», ha criticado el presidente del comité, Javier Anadón.

Según ha explicado, reclaman un aumento salarial del 2% y la reducción de la jornada a 35 horas. De esta manera, se podrían crear 150 nuevos puestos de trabajo y se lograría acabar con las horas extra, ha precisado el representante de los trabajadores.

Desde el comité quieren mejorar el plan de conciliación e igualdad y que se incluya en la jornada laboral el tiempo que «pierden» en las oficinas antes de comenzar a rodar con el autobús.

«Calculamos que son 10 minutos diarios los que hacemos y que no entran en nuestra jornada. Así la empresa se ahorra muchos minutos y dinero», ha matizado.

Para Anadón, la empresa no tiene excusa a la hora de negarse a aceptar el aumento salarial ya que «este año ha ganado más dinero que otros» con el incremento en el número de kilómetros realizados durante la pandemia.

El representante de los trabajadores ha explicado que desde el pasado 17 de diciembre no han vuelto a sentarse a negociar con la empresa porque decidió que no se retomarían las reuniones hasta el 14 de enero. «No podemos perder un mes entero», ha recalcado.

Este hecho llevó al comité a proponer nuevos paros en el autobús urbano que, finalmente, se han convertido en una calendario de protestas todos los jueves en el centro de la capital. «Es solo el principio porque esta empresa no sabe negociar el calendario si una huelga de por medio, así que posiblemente acabemos convocándola», ha adelantado Anadón.

Quienes están en huelga desde el pasado martes son los trabajadores del tranvía, que también están en plena negociación del convenio colectivo. Reclaman un aumento salarial, la reducción de la jornada, más conciliación y formación.

Desde Podemos van a solicitar la comparecencia de Chueca para que explique cuál es su papel como «mediadora» en este conflicto del transporte público que puede acabar con paros en el Urbos 3 y en los autobuses a la vez.