El confinamiento domiciliario y la limitación de la movilidad produjeron una notable disminución de las operaciones de rescate de accidentados en el Pirineo y el Prepirineo aragonés en el 2020. Las intervenciones de las unidades de montaña de la Guardia Civil descendieron aproximadamente un 15% con respecto al 2019, según cifras facilitadas por la Comandancia de la Benemérita en Huesca.

No solo se redujeron las intervenciones de los Grupos de Rescate e Intervención en Montaña (GREIM), sino que también bajó de forma considerable el número de víctimas mortales, con un total de siete, frente a las 14 registradas en el 2019.

«El 2020 fue un año muy atípico», confirma Fernando Navarro, jefe accidental de las unidades de montaña de la provincia oscense. «En verano se dispararon los rescates, hasta el punto de que en agosto se alcanzó un récord histórico, pero el resto del año hubo muy pocas intervenciones», explica.

Los meses de mayor actividad de los grupos de rescate coincidieron también con los periodos en que, al relajarse la normativa sobre el coronavirus, miles de personas fueron a la montaña como compensación a tantos meses de encierro, que fue casi absoluto desde mediados de marzo hasta el mes de mayo.

Excepción veraniega

«Fue una reacción lógica», apunta Fernando Navarro. «La gente tenía muchas ganas de salir». De hecho, en el verano del 2020 menudearon los accidentes de diferente gravedad de montaña en Aragón. Los senderos de la comunidad, especialmente en los Pirineos, fueron invadidos por miles de excursionistas ansiosos de huir del coronavirus en el ambiente saludable de las cumbres y los valles. Esa afluencia masiva se tradujo en un aumento del 40%, aproximadamente, del número de intervenciones de los equipos de rescate de la Guardia Civil entre los meses de junio y septiembre, en su mayoría por extravíos, lesiones de distinta consideración y agotamiento.

Pero también hubo dos muertes de escaladores que cayeron al vacío en ese mismo periodo de tiempo, ambos en el Pirineo. Además, un madrileño de 46 años pereció al sufrir una caída en el circo de Troumouse, en la vertiente francesa de la cordillera pirenaica, pero justo al lado del parque nacional de Ordesa. El resto de muertes, hasta siete, se produjeron en otras actividades, como el barranquismo, el parapente y la bici de montaña. Una de ellas no fue estrictamente un accidente de montaña sino un fallecimiento ocurrido en la montaña y no vinculada a la actividad física.

Terminado septiembre, el número de rescates, así como el de incidencias en el Pirineo, descendió de forma notable al reimplantarse las medidas de seguridad que se habían ido suavizando gradualmente a comienzos del verano. De manera que los grupos de montaña de la Guardia Civil han tenido desde entonces más tiempo para otros cometidos.

Otras funciones

«Ahora nos centramos más en labores de orden público, desde la vigilancia de los accesos a las estaciones de esquí, al control de pruebas deportivas», indica Navarro. «Pero aun así mantenemos el alto nivel de entrenamiento al que nos obliga nuestra función, con preparación para la escalada y el esquí de montaña», precisa. Otra misión importante son las tareas de reconocimiento en lugares concretos de la cordillera, añade.

«En enero de este año hemos realizado muy pocos rescates y siempre las personas auxiliadas han sido residentes en la provincia de Huesca, pues con el confinamiento perimetral en comunidades, provincias y ciudades nadie que no sea oscense puede ir al Pirineo aragonés», apunta.

Refuerzos y otro helicóptero para la temporada alta

La masiva afluencia de excursionistas a las montañas de Aragón es una imagen que muy posiblemente se repetirá el próximo verano. De hecho, en la temporada alta siempre se refuerzan los medios humanos y materiales de las unidades de la Guardia Civil que realizan rescates. Por un lado se dota de un helicóptero más a la Unidad de Benasque con su correspondiente tripulación y con sanitarios. Asimismo, se incrementan los integrantes de las unidades de Huesca con personal procedente de otros servicios de la Benemérita debido al incremento del trabajo.