-¿Es diferente la sensación de asumir la alcaldía por la renuncia de su predecesor a ganar las elecciones?

-Lo asumí con la misma normalidad, ser alcaldesa de tu ciudad es el mayor orgullo que existe. Voy a seguir una política de continuidad, porque entiendo que viene avalada por los votantes, aunque siempre haya que poner en marcha proyectos nuevos e ilusión.

-¿Le sorprendió que el PAR no le diese su apoyo tras el buen entendimiento de su anterior mandato o se lo esperaba por los pactos con el PSOE?

-Lo que me sorprendió del PAR fue a nivel autonómico, su pacto con el PSOE, que históricamente ha sido nefasto para la provincia de Teruel, nunca han tenido implicación. Por otra parte, en realidad hace cuatro años se votaron a sí mismos en la investidura y lo han vuelto a hacer. Hay que saber leer la situación, y empezamos a negociar con Ciudadanos hasta lograr un acuerdo.

-También necesitó el apoyo de Vox, ¿lo ha perdido, como ha sucedido en Zaragoza?

-Vox aquí desde el primer momento dijo que quería acceder a delegaciones de gobierno, a lo cual yo estoy abierta. Teruel es un ayuntamiento atípico en este sentido, se le han dado delegaciones incluso a CHA e IU, que no nos apoyaban, así que esto entra en la lógica. Pero es cierto que por el pacto con Ciudadanos esta decisión depende de su acuerdo, y este de momento no se ha producido. Personalmente creo que lo que ocurre en otros sitios repercute aquí, y ese no es el camino. En un ayuntamiento tan fracturado, lo que se requiere es acuerdo y trabajar por Teruel. Confío en que se repita lo que sucedió en los pasados cuatro años, gobernando en minoría, que el 99% de los asuntos que realmente afectaban a Teruel salgan adelante por unanimidad.

-¿Entre estos proyectos de ciudad estará por fin la renovación del PGOU?

-El Plan General de Ordenación Urbana es uno de los grandes retos, pero lleva siéndolo desde 1994, cuando cambió la Ley de Urbanismo de Aragón, y no ha podido llevarse a cabo la revisión. Tenemos una oficina haciendo estudios y a me gustaría conseguirlo, si no por unanimidad de los ocho grupos políticos, al menos por una gran mayoría. Entre los proyectos que nos gustaría impulsar están el centro Cívico en el antiguo COAM en el barrio de San León, el ascensor que conecte el barrio del Carmen con el Centro Histórico, el nuevo auditorio de música o la piscina climatizada, entre otros.

-¿En turismo se puede avanzar algo más?

-El récord de visitantes estaba en el 2008, con la Expo de Zaragoza, y en el 2017, con el 800 aniversario de los Amantes, lo superamos. El año pasado lo volvimos a batir y las cifras hasta ahora nos indican que este año lo volveremos a hacer. Además preparamos nuevos proyectos como el Congreso del Toro de Cuerda el año que viene, que atraerá a 4.000 personas. A la vez seguimos trabajando en generar eventos y recursos, como la segunda fase de la obra de la muralla, para dotarla de contenido una vez recuperada, o la recuperación de los antiguos alfares de los hermanos Górriz para hacerlos visitables. Queremos que el turismo se reparta todo el año, y lo estamos consiguiendo.

-¿Hay algún proyecto estrella para generar empleo?

-La creación de empleo es lo que me ocupa principalmente. Cuando el PP llegó al Gobierno municipal el paro estaba en el 15%, altísimo, y el consistorio en quiebra. Hoy está al 9%, aunque no solo por mérito del ayuntamiento, sino de las políticas nacionales. Los empresarios nos dicen que falta mano de obra, quien quiera trabajar, que venga a Teruel. Aun así seguimos trabajando para atraer empresas porque queremos crecer en población, y no a costa de los pueblos, sino para enriquecer también nuestro área de influencia. Si tuviera que destacar un proyecto estrella sería el aeropuerto de Caudé, en el que se están ejecutando nuevas inversiones a dos años vista. Pero también queremos muchas pymes.

-Ahora que parece que se ha solucionado, ¿qué ocurrió con la polémica del hospital?

-El proyecto estaba hecho desde el 2016, se podía haber licitado en cualquier momento y se esperaron al 1 de marzo del 2019 para que Lambán pudiese anunciarlo en San Jorge, colocando unas grúas que en esa fase no hacían falta. Una operación de márketing de la DGA, cuando sabían que los permisos estaban mal. Buscaron enfrentamiento cuando sabían que la ley no nos permite saltarnos el trámite. A una semana de las elecciones mandaron la documentación correctamente y se aprobó. Yo en este tema huí del conflicto; no fui yo, sino la consejera de Sanidad, quien organizó una rueda de prensa justo antes de las elecciones generales para quejarse. Lo que espero es que en el nuevo hospital se cubran todas las plazas de especialistas, porque cuando se cubre una se va otro.

-¿Cómo se presentan las fiestas de la Vaquilla?

-Calurosas (ríe). Se dice que son las mejores fiestas de España, y yo lo creo. Aunque la mayoría de los que nos visitan son jóvenes, el formato de fiesta en la calle tiene actos para todos, y yo animo a todos los aragoneses a que vengan a visitarnos y lo comprueben.