Los huesos exhumados en el cementerio de Fuendejalón son de María Domínguez, la primera alcaldesa democrática de España. Los análisis de ADN realizados sobre los restos localizados en la fosa abierta el pasado 30 de enero confirman que se corresponden con los de esta figura pionera en la defensa de los derechos de la mujer. Los resultados arrojan un grado de fiabilidad del 94% tras analizar la coincidencia con los familiares directos, un sobrino nieto de la regidora de 88 años residente en Fuengirola, José María Lostes, y un sobrino biznieto que vive en Zaragoza. La Dirección General de Patrimonio Cultural complementará en próximos días la información obtenida con un análisis histórico y antropológico.

Un tiro en la cabeza acabó con una pionera de los derechos sociales nacida en Pozuelo de Aragón que ejerció como periodista, fue maestra en Gallur, pueblo del que fue regidora, y siempre estuvo comprometida con darle voz y voto a la mujer y con su propia libertad personal. El próximo domingo 7 el propio Gobierno de Aragón participará en un homenaje a su figura en Ejea de los Caballeros. Y mañana mismo en Getafe le otorgarán un premio a título póstumo por su trayectoria.

El proceso de exhumación, impulsado de oficio por el Gobierno de Aragón, ha sido tutelado por la Asociación de Familiares y Amigos de los Asesinados y Enterrados en Magallón (Afaaem), presidida por Pilar Gimeno, y los trabajos a pie de campo han sido desarrollados por el equipo de la Asociación para la Recuperación e Investigación contra el Olvido (Arico).

Gimeno afirmó que poder entregar los restos a la familia implica «cerrar un círculo de dolor». La identificación del cuerpo ha sido recibida con mucha emoción y ha despertado el interés de medios internacionales como The Guardian. «Nos alegra comprobar que fuera de nuestra tierra también se reconoce la labor desarrollada por Domínguez», destacó. También consideró de vital importancia confirmar con elementos científicos el relato histórico, sobre todo en una época en la que «la ultraderecha está intentando manchar la memoria».

Los trabajos para localizar el cuerpo empezaron en enero de este año. Según las narraciones orales, se creía que sus restos estarían en la tumba señalada en el cementerio de Fuendejalón. Sin embargo, tras una primera cata infructuosa sobre el terreno decidieron buscar en otra zona del camposanto. De este modo los arqueólogos exploraron la zona de enterramientos civiles en los que se localizó un solo esqueleto, por lo que se decidió proceder directamente a una exhumación definitiva que estaba prevista para finales de febrero.

La recuperación del cuerpo de Domínguez significa un avance en la recuperación del pasado reciente. Junto a los restos ahora identificados de María Domínguez se localizaron una peineta, cuatro horquillas del pelo, dos botones y restos de unas sandalias. Bajo ella ha aparecido el cuerpo de un varón con la mandíbula destrozada, presumiblemente también a causa de un disparo.

Instalada en Gallur (Zaragoza) desde los años 20, tras la dimisión del Ayuntamiento en pleno, en 1932, presidió la comisión gestora que se hizo cargo del gobierno municipal convirtiéndose en la primera mujer que rigió un ayuntamiento en España.

Tras el golpe militar del 18 de julio de 1936 se refugió en su localidad natal, donde fue delatada y encarcelada. El 7 de septiembre fue fusilada en Fuendejalón (Zaragoza). Pocos días antes había sido asesinado también, en Tabuenca, su segundo marido, Arturo Romanos, socialista y vecino de Gallur.