La planta siderúrgica de Megasider, ubicada en el Parque Tecnológico de Reciclado (PTR) de Zaragoza y adquirida hace dos años por el grupo gallego Megasa a Arcelor Mittal, sigue instalada en el conflicto laboral que estalló a principios de año. Los 220 trabajadores de la acería mantienen una dura batalla contra el recorte de sus salarios impuesto por la compañía y suman ya ocho meses de huelga (paros de dos horas por tuno), lo que la convierte en una de las mayores protestas que se recuerdan en la industria aragonesa. La supresión de pluses por trabajar fines de semana y festivos ha supuesto desde enero una merma retributiva de más de 5.000 euros para el personal de producción, que supone el 70% del total.

Tras casi tres meses de incomunicación, la dirección y el comité de empresa se volvieron a ver las caras la semana pasada en el Servicio Aragonés de Mediación y Arbitraje (SAMA), pero las posiciones se mantienen muy alejadas. Desde la parte social, que lidera CCOO, consideran «muy insuficiente» la última oferta de la empresa, a la que acusan además de «chantaje». Así lo denuncian por ofrecer abonar 1.050 euros en tres meses por los festivos y fines de semana trabajados sin prima, a cambio de desconvocar la huelga, «pero «si en cuatro meses no se llega a un acuerdo, hay que devolver esa cantidad», denuncian.

Ante esa propuesta, el comité decidió seguir con los paros -de momento hasta noviembre- y convocar una nueva manifestación por el centro de Zaragoza para el 26 de septiembre bajo lema Nuestro compromiso no se compra. Trabajadores de Megasider en lucha por un salario digno. La marcha partirá a las 19 horas de la plaza Aragón y finalizará la fuente de Goya de la plaza del Pilar. «Nos gustaría que la dirección se sentará, que fuera sensata y no quisiera engañarnos»,

DESPIDOS «CAMUFLADOS»

El origen del conflicto está en la falta de entendimiento para renovar el acuerdo de la empresa que expiró el 31 de diciembre. La dirección planteó una drástica modificación de las condiciones laborales que fue rechazada por el comité. Ante este negativa y haciendo uso de la reforma laboral, el grupo propiedad de la familia Freire decidió en enero fijar como referencia el convenio provincial del metal, lo que ha supuesto una reducción retributiva del 20% , según CCOO.

El comité denuncia también que desde el inicio del año la plantilla se ha reducido en 70 personas con «despidos camuflados» y externalizaciones.