Las reglas han cambiado pero no parece que, de momento, el juego lo haya hecho. No en vista a la confusión alrededor de la normativa de la circulación de bicicletas por la ciudad. Después de que ayer entrara en vigor la nueva norma que impide su desplazamiento por vías peatonales y de acceso restringido, los usuarios de este medio de transporte se mostraban, en su primer día de aplicación, sorprendidos al conocer la medida. Así, aunque la confusión que envuelve por dónde se puede ir montado encima de la bici y por dónde no resulta ya vieja, esta nueva medida, llamada a aclarar algunos reparos (de legalidad), no hace más que suscitar otros (de comprensión).

En concreto, la nueva norma consiste en que las bicicletas solo podrán circular por carriles bici y puentes y pasarelas, y en el resto de vías serán, a todos los efectos, un vehículo más: no podrán circular por vías peatonales y tampoco por las de tráfico restringido, salvo que salgan o entren en estas últimas para aparcar. Además, entró ayer en vigor de manera inmediata, sin una campaña de información previa, como sí se ha hecho en otras ocasiones, en las que los agentes informaban a los ciclistas de la infracción que estaban cometiendo, sin sancionarles.

NORMALIDAD EN LA CALLE

El centro de Zaragoza mostraba ayer por la tarde una imagen de absoluta normalidad en lo que se refiere al tráfico ciclista. Vías principales como la calle Alfonso, la plataforma del tranvía del Coso o la calle don Jaime seguían dibujando un cuadro con ciclistas sobre las dos ruedas y otros a pie.

Una usuaria de la bici que andaba por la calle Alfonso mientras empujaba su vehículo explicó que se enteró de esta nueva norma «por una amiga que también va en bici». En este caso, señaló que sí que tenía «más o menos claro» por qué lugares puede circular y por cuáles no, ya que es amiga de los gestores del negocio especializado La Ciclería «y están bastante al día». Acerca del impacto de esta decisión, recalcó: «Lo noto porque vivo en el centro y hay muchas direcciones que a mí me venían muy bien para ir a comprar o hacer recados». No obstante, puntualizó «que el esfuerzo que hay que hacer tampoco es tan grande», ya que solo hay que bajarse de la bici «y andar un poco». «Hay que intentarlo hacer bien para todos», concluyó.

«No me interesa para nada. Me muevo bastante por el centro y llega un momento en el que te tienes que bajar, ir andando y, así, pierdes tiempo», destacó Marta, otra ciclista urbana, sobre esta nueva norma que desconocía. Sobre si existía confusión acerca de este asunto, señaló que así era y que llevaba a arriesgarse a recibir una multa.

Tampoco sabía del vigor de esta orden Carlos que, tras aparcar su bici, indicó que, «más o menos» sabía «que se podía circular por carriles bici y por algunas calles pacificadas». No obstante, consideró que la norma era confusa desde su puesta en marcha. «Hay calles en las que, de repente, ves la señal de la bicicleta y hay otras en las que no ves estas señales», concluyó

Desde el sindicato CSL de la Policía Local afirmaron que la noticia fue recibida con «sorpresa». «No ha habido una orden interna ni nadie sabía nada», destacarón, a la vez que añadieron: «Si ha entrado ahora en vigor, lo conocemos por EL PERIÓDICO». Además, detallaron que tampoco han recibido una formación específica que profundizara en la orden y les preparara para proceder en estos casos.

«El batiburrillo legislativo, ahora sí, ahora no… nadie lo ha aclarado, sobre todo al ciudadano», evaluaron acerca de los dimes y diretes que ha llevado el reglamento durante los últimos años. Al respecto, recordaron que todavía hay ciudadanos que argumentan, al ir por la acera, que la normativa permite circular por las que superan una determinada anchura, algo que se prohibió hace años.