El tramo entre los municipios de Campo y Seira, correspondiente a la carretera N-260 permanecerá cortado al tráfico desde este jueves hasta el lunes, 30 de noviembre.

Su cierre se debe a las obras de acondicionamiento que se van a realizar en el Congosto de Ventamillo, en la provincia oscense. Se hará una excepción, posibilitando el paso de vehículos en los puentes del Pilar -desde el viernes 9 de octubre a las 13 horas hasta el martes 13 de octubre a las 8 de la mañana- y el de todos los Santos, desde las 13 horas del viernes 30 de octubre hasta a las 8 de la mañana del martes 3.

Durante el periodo de obras, el itinerario principal entre Barbastro y Seira se deberá realizar desde la N-123 por Benabarre, para continuar por la N-230, en sentido Vielha, hasta el cruce con la N-260 en el kilómetro 129 de la N-230, a la altura de Pont de Suert, donde se tomará la N-260 sentido Castejón de Sos.

El presidente de la comarca de la Ribagorza, Marcel Iglesias, indicó que el cierre supone que el trayecto para dirigirse hacia Barbastro se alargue 45 minutos. En este tramo se ven afectados unos nueve municipios, según Iglesias. «Era una obra muy esperada, muchos años reivindicándose, y ya lleva un año en marcha, pero por fin están trabajando a buen ritmo», explicó. Según el presidente de la institución comarcal, «el acceso no era digno para una zona turística importante».

Y aseguró que se está haciendo un esfuerzo para garantizar los servicios de emergencia en la zona de Benasque.

Los desvíos quedarán señalizados con la suficiente antelación para que los usuarios puedan decidir su itinerario en condiciones de seguridad, según indican fuentes del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana.

Esta actuación, muy demandada debido a la peligrosidad del tramo, pertenece al programa de acondicionamientos de trazado de la red convencional de carreteras del Estado en Aragón, y cuenta con un presupuesto de 35,7 millones de euros.

Las labores abarcan la ampliación de la plataforma de la N-260 desde los 5,5 metros actuales hasta los 8. Así se minimiza la ocupación y el impacto en las zonas más conflictivas que discurren junto al río Ésera, mediante la construcción de voladizos apoyados y anclados a la roca, lo que facilitará el cruce de dos vehículos pesados o autobuses.

El proyecto incluye además la ejecución de dos túneles de 265 y 540 metros de longitud respectivamente.

Dentro del programa de acondicionamientos de trazado de la red convencional, en Aragón también se están impulsando proyectos y obras de acondicionamiento de la carretera N-232 y de la N-330 en Teruel, entre otras.