Casi uno de cada cuatro niños aragoneses se encuentra en riesgo de pobreza, según Unicef. Ante eso, el instituto zaragozano Pablo Gargallo decidió no permanecer inmóvil. El centro detectó, el curso pasado, que había alumnos que no traían almuerzo a clase y que admitían no haber desayunado en casa o no lo hacía correctamente. Así que el equipo directivo junto con el departamento de Orientación comenzaron a sondear la posibilidad de conseguir un refuerzo de ese desayuno para el alumnado de 1º de ESO que pertenece a esa infancia que aún se encuentra en plena fase de desarrollo y crecimiento. Comenzaba el reto.

«En el curso 2017-2018 quisimos conocer con más detalles la realidad de nuestra comunidad educativa principalmente de las familias, por lo que se solicitó a los colegios públicos de educación Primaria de la zona que nos dijeran la cantidad de su alumnado que en el curso 2016-2017 había obtenido beca de comedor y que estaba en 6º de Primaria», indican desde el instituto. Entre los centros consultados se comprobó que un 30% del alumnado que iba a recibir el centro este curso en 1º de la ESO, no obtendría esa beca de comedor «no porque este año haya mejorado su situación económica familiar, sino porque en la educación Secundaria no existe este tipo de becas», añaden los responsables de la iniciativa.

«Este porcentaje aumentaría si, en vez de considerar este factor de beca de comedor, contabilizásemos a familias que tienen ayudas de urgencia por Servicios Sociales o que su situación no es para conseguir una beca de comedor --tiene que ser inferior a 12.780,26 euros anuales sin contar número de miembros de la unidad de convivencia-- pero que van muy justos económicamente», aseguran.

Así, tras el análisis de la situación, desde el IES se vio necesario actuar. «Nos pusimos en contacto diferentes empresas aragonesas y del entorno del barrio al igual que oenegés de la ciudad con el objetivo de conseguir diferentes alimentos para ofrecer un refuerzo al desayuno».

Llegan las aportaciones

Dos de ellas, Cruz Roja y Chocolates Lacasa, se pusieron en contacto con el centro. «Además conocemos que otras entidades están estudiando el proyecto elaborado y estamos manteniendo contactos con ellas para ver si llegamos a un acuerdo», exponen.

Cruz Roja incluyó al centro en su programa de Desayunos y Meriendas con Corazón aportando alimentos recogidos en supermercados. Chocolates Lacasa aportó su materia prima más preciada: 320 paquetes de cacao en polvo. Desde el 13 hasta el 21 de diciembre en el primer recreo el alumnado de 1º de la ESO se ha beneficiado de un batido de chocolate y bollería. El día 22 se repartieron 15 litros de chocolate con bizcochos.

«La actuación ha sido tan satisfactoria y ha obtenido tan buena acogida por parte de la comunidad educativa que se va a seguir repartiendo en enero dos veces por semana y ver si es posible con los siguientes acuerdos y el programa de consumo de frutas y lácteos terminar el curso dando un refuerzo al desayuno todas las semanas», indican.