Los vecinos de Fuentes de Ebro acudieron ayer en masa a los funerales y posterior entierro de los cuerpos de las dos vecinas, madre e hija, que murieron la tarde del jueves en un brutal accidente de tráfico cerca de la localidad, en la carretera N-232, pero en el término municipal de El Burgo de Ebro, uno de los puntos negros más conocidos de Aragón.

Mercedes Lizaga Viamonte, de 45 años, que conducía el vehículo, y su madre, María Viamonte Molinos, de 87, murieron tras saltarse un stop y recibir un fuerte impacto frontolateral de otro turismo, que viajaba en sentido Zaragoza. En el segundo turismo viajaban también dos vecinos de Fuentes, José Miguel P. R., de 34 años, y su hija Lorena, que resultaron heridos de consideración, especialmente la niña.

La alcaldesa, Pilar Palacín, recordó que el pueblo vive sacudido por las malas noticias a pocos días de celebrar las fiestas patronales, que comienzan el martes. El 18 de agosto otro joven vecino perdió la vida también en un accidente de tráfico a la entrada del pueblo.