La pequeña localidad oscense de Yésero continúa conmocionada por la agresión sufrida por uno de sus vecinos, Ramón Pardo, de 67 años, que recibió una pedrada en la cabeza el pasado día 28 que le mantiene ingresado en el hospital Miguel Servet de Zaragoza, donde aguarda a ser sometidos a diversas pruebas. El presunto agresor, Ramón Martín, fue interrogado en su día por agentes de la Guardia Civil, pero el caso sigue pendiente de que la víctima ratifique por escrito una denuncia.

Ramón Pardo es concejal por el Partido Popular en Yésero, un concejo abierto de 70 habitantes en el que Mariano Fanlo, también del PP, ostenta la alcaldía. Como había hecho su partido el viernes, el primer edil no relacionó ayer la agresión con motivos políticos "a un cien por cien", según sus propias palabras, pero matizó que el supuesto agresor, "por ejemplo", se presentó a las elecciones municipales del año 1999 por el Partido Socialista (PSOE).

"No se puede decir que le agrediera por motivos políticos, pero a nadie se le escapa que este señor (Ramón Martín) ya acumula muchas historias contra nosotros y siempre está molestando; siempre está en contra de todo lo que hacemos", explicó ayer el alcalde.

PRECEDENTES JUDICIALES Al margen de las tendencias políticas de cada uno, agresor y víctima ya se vieron enfrentados en los tribunales hace algunos años por el uso del agua de una acequia que cruza por las fincas de ambos. Los tribunales le dieron la razón a Ramón Pardo, que debió ser indemnizado por las pérdidas que le había ocasionado el comportamiento de su vecino.

Pese a que las relaciones siempre han sido tensas --"y no sólo con nosotros, sino con mucha gente", dice Fanlo--, nadie en el pueblo intuyó nunca que el caso podría terminar con una brecha de 13 centímetros y un traslado urgente a Zaragoza. "Aquí la gente está que no se lo cree. Ya veremos a ver qué pasa, pero he hablado con Ramón un par de veces por teléfono y está bastante fastidiado", explicó el primer edil.

INGRESADO La víctima ya indicó el viernes a este diario que los resultados de un escáner de última hora impidieron que recibiera el alta médica ese mismo día. Los facultativos que le atienden en el Servet pretenden ampliar el abanico de pruebas que ya le han realizado desde el pasado día 28. De momento, luce un apósito que le cubre una importante herida que, además de su longitud, es bastante profunda.

Ramón Pardo está a la espera de abandonar el hospital zaragozano para cursar la pertinente denuncia y emprender las acciones legales que considere oportuno contra su supuesto agresor. "Yo pensaba que estaba de broma cuando empezó a tirarme piedras desde lejos, pero de broma está claro que no hay nada de nada", comentó el herido el viernes postrado en la cama de su habitación del hospital.