El Ayuntamiento de Calatayud mantiene contactos con empresas del sector cárnico con el fin de conseguir la reapertura del matadero industrial de la localidad, que cerró hace un año, aproximadamente, por problemas financieros, dejando a 24 trabajadores en la calle. Entre estas empresas figura en primer lugar el Grupo Pastores, según señaló ayer el alcalde de la localidad, José Manuel Aranda, que subrayó que los carniceros locales no están interesados en la gestión del servicio.

En este sentido, Aranda indicó que el consistorio ya entregó en el año 1995 al gremio de carniceros 50 millones de pesetas (300.000 euros), en relación con la apertura de un nuevo matadero, y que el proyecto no cuajó.

La oposición municipal votó en el pasado pleno a favor de la adquisición de la instalación existente por parte del consistorio. Pero Aranda advirtió de que el matadero se halla sometido a un proceso de subasta con un precio que no se ajusta a la disponibilidad económica del presupuesto local en una época de crisis.

Además, subrayó que al coste de la nave que alberga el matadero habría que añadir la necesidad de actualizar la depuradora, dado que la que tenía la nave presenta graves deficiencias que impiden su funcionamiento por problemas legales al no adaptarse a la normativa medioambiental vigente.