El Ayuntamiento de Zaragoza ha cerrado la caja del 2003 con un déficit de 18 millones de euros (3.000 millones de pesetas), más del doble del desfase de 8 millones registrado el año anterior. El alcalde, Juan Alberto Belloch, firmó ayer la liquidación presupuestaria del pasado ejercicio, y el nuevo delegado de Economía del Gobierno PSOE-CHA, Alberto Lafuente, anunció un inminente plan financiero que apretará el cinturón del gasto corriente y que tiene como objetivo recuperar cuanto antes la estabilidad presupuestaria que exige la ley.

Los 18 millones de números rojos reales coinciden prácticamente con los 17,8 millones de desfase teórico --la diferencia entre los ingresos y los gastos del año-- de la liquidación.

Ricardo Mur, portavoz económico del PP, recordó por su parte que el saldo negativo responde a la decisión del equipo PSOE-CHA de frenar la venta de suelo prevista en las cuentas del 2003; la escasa ejecución de esta partida ha supuesto la pérdida de 31 millones de euros, una cantidad "que hubiera dado una liquidación equilibrada", según el edil.

Lafuente advirtió ayer que el consistorio ha entrado en una situación de desequilibrio que es preciso corregir. El déficit de la caja --los 18 millones del euros-- es, explicó, el síntoma de la verdadera enfermedad presupuestaria: el dinero que llega a través de los impuestos o las aportaciones del Estado crece a menor ritmo que los gastos, por lo que el saldo negativo se haría crónico.

El delegado reconoció que la venta de suelo hubiera frenado el déficit, pero sólo, precisó, de forma provisional, porque no son ingresos fijos.

Para atajar la situación, Lafuente presentará el viernes a la Junta de Gobierno un paquete de medidas que insistirán en la contención del gasto corriente, un capítulo que se ha incrementado de forma considerable en los recién aprobados presupuestos del 2004. Además, propondrá una gestión más eficiente de estos gastos y cambiará la elaboración presupuestaria en el 2005.

Pese a los cambios que proyecta, aseguró que las cuentas del 2004, anteriores a su llegada, no sufrirán grandes alteraciones, y prefirió centrar la crítica en la anterior política económica del PP. Se trata, dijo, de "desandar lo mal andado en los últimos años".