El Ayuntamiento de Teruel congelará los impuestos y subirá las tasas entre un 2% y un 4%. Las tasas que afectan a los servicios sociales tampoco se incrementarán. Así lo aprobó ayer el pleno municipal que dio luz verde a la modificación de las ordenanzas fiscales para el próximo año.

La concejal de Hacienda, Rocío Feliz de Vargas, explicó que esta congelación se ha podido llevar a cabo gracias a que el consistorio "va cumpliendo sus obligaciones". Explicó que el deseo que perseguía el gobierno municipal era "aplicar la menor presión fiscal posible a los ciudadanos".

El PAR apoyó la modificación porque "las alternativas presentadas difieren poco de las planteadas por el equipo de gobierno", según el concejal de la formación, Ricardo Eced.

Por Izquierda Unida, María del Carmen Tortajada criticó que el equipo de Gobierno no haya aplicado su propuesta de congelar la mayoría de las tasas, "teniendo en cuenta que el IPC de agosto era decreciente". En CHA no acabaron totalmente contentos con el resultado porque "la presión fiscal para los ciudadanos de Teruel ha sido elevada en los años anteriores".

En el PSOE insistieron en la necesidad de aplicar "el criterio de progresividad, que haga "pagar más a las familias con más posibilidades". Un hecho, dijeron, que ya es realidad en otras ciudades similares como Cuenca o Soria.

El PSOE no pudo sacar adelante su propuesta de bonificar no solo a las empresas que crean empleo sino tampoco a las que lo mantienen. También defendieron la que los ciudadanos abonen el IBI en tres plazos o gravar los locales vacíos en el centro histórico. Según Pérez, "el equipo de gobierno sube una media de un 3% los impuestos y tasas", y criticó la presión fiscal que existe desde que gobierna el Partido Popular.