En tan solo dos días, el Ayuntamiento de Zaragoza ha recogido más de 4.000 kilos de neumáticos abandonados en distintos puntos de las afueras de la ciudad. En algunos casos, estos vertidos llevaban incluso varios años depositados en los montes de la capital aragonesa con un elevado impacto medioambiental y paisajístico.

Estos han sido los frutos de una campaña coordinada por la Unidad Verde de la Agencia Municipal de Medio Ambiente --la antigua unidad de montes-- tras un informe en el que se localizaban y censaban los puntos negros de estos residuos. Ya se hizo en su día otra campaña similar de recogida de vehículos abandonados en la que participó la grúa municipal.

En este caso, el reciclaje de los llamados neumáticos fuera de uso (NFU) es gestionado por los talleres autorizados a los que se llevan los vehículos a cambiar las ruedas, que se encargan de todo el proceso posterior. De hecho, el usuario ya paga por este proceso cuando cambia sus neumáticos, pero en ocasiones hay personas que para intentar economizar los sustituyen por sus propios medios. Y las ruedas viejas son abandonadas en cualquier punto discreto. En algunos casos los neumáticos llevaban años y su estampa resultaba muy llamativa.

Los agentes medioambientales del ayuntamiento, en sus tareas de inspección, realizaron un censo de estos vertidos. Por ejemplo, había montones entre Parque goya II y la zona militar. Otro vertido se detectó en Monzalbarba, en un camino. Y también en un barranco en la estepa en la zona de Torrero. Esta información se vertió en un informe final en el que se precisaba los puntos negros de vertidos de NFU. Y se procedió a negociar con el servicio público Gesneuma, encargado de reciclar estos residuos en Zaragoza, que bonificó al 100% los residuos que se llevaron tras la puesta en marcha de esta campaña.

"Son vertidos en los que resulta muy difícil dar con el propietario porque solo hay ruedas y no hay trazabilidad. No sabemos de dónde vienen", indica Alberto Esteban, jefe de la Unidad Verde. Este servicio municipal dedicó dos trabajadores y un camión por los puntos que previamente habían marcado los agentes medioambientales.

"Queremos hacer un llamamiento a la responsabilidad de quiénes pretenden deshacerse de residuos de este tipo... Los ciudadanos deben ser conscientes de que cuando alguien sustituye las ruedas en un taller autorizado ya abonamos el coste de su eliminación. Nadie tiene que caer en tirar los neumáticos en cualquier punto", indica. "El mayor impacto es paisajístico, para un caminante, un ciclista...", destaca Esteban.