Este año tampoco habrá Párking Norte en las fiestas del Pilar, salvo que se obre el milagro. El nuevo Gobierno municipal PP-Cs descarta esta posibilidad porque ya no hay tiempo para iniciar todos los trámites, sin embargo, van a estudiar cómo volver a unificar a los peñistas en una misma carpa después de que el año pasado se quedasen sin carpa. Esto no significa que se cierre la puerta a que en un futuro se vuelva a abrir el gran recinto festivo, aunque es algo que todavía tiene que decidir el equipo de Gobierno.

La vicealcaldesa y concejala de Cultura, Sara Fernández, explicó ayer que no pueden cumplir con los plazos exigidos para licitar la explotación del famoso recinto del Actur. Esta tarea tendría que haberla iniciado el anterior Gobierno, dirigido por Zaragoza en Común (ZeC), y no lo hizo porque en su modelo de fiestas no entraba la posibilidad de que hubiese dos grandes zonas de ocio nocturno.

Fernández comentó que tiene previsto reunirse en los próximos días con Interpeñas y con Unión Peñista de Zaragoza, aunque estos últimos alcanzaron un acuerdo con los responsables de Espacio Zity en los pilares del año pasado y que reeditarán este.

A la espera del encuentro, adelantó que la solución propuesta por el anterior Gobierno de ceder pequeños espacios a las agrupaciones en sus barrios no es viable porque lo único que se consigue es ampliar sus locales en la calle, separar a las peñas y generar posibles problemas de convivencia con los vecinos por trasladar la fiesta -con el ruido que conlleva- a los vecindarios.

DESCENTRALIZACIÓN

Según la responsable de Cultura, la solución es conjunta y no pasa por que el ocio nocturno esté en plena calle. Aunque están a favor de descentralizar las fiestas y de que todos los barrios las disfruten sin tener que trasladarse al centro para hacerlo, desde Cs descartan aplicar esta política también en las peñas.

Por ahora tienen que estudiar qué espacios podrían encajar con las necesidades y están dispuestos a escuchar las propuestas de las agrupaciones, siempre que sean viables jurídica y económicamente.

También va a ponerse manos a la obra para solucionar los problemas surgidos en torno al arte de las jotas. El anterior concejal de Cultura, Fernando Rivarés, incumplió una de sus promesas, que los grupos tuvieran su propio escenario en la plaza del Pilar. Compartirlo les ha generado problemas en los últimos años que, posiblemente, se habrían solucionado con una mejor organización. Por ejemplo, el año pasado tuvieron que suspender algunas de sus actuaciones previstas, como sucedió con Kase-O, porque se programó el montaje de su show a la misma hora que la función de varios grupos. Por no hablar de los problemas que se encontraron para poder cambiarse, ya que carecían de vestuarios. Los problemas no quedaban aquí, ya que Rivarés también les prometió que el certamen de jota volvería a celebrarse en el Teatro Principal, y tampoco fue así.

Cs todavía tiene que decidir junto al PP qué novedades pondrán en marcha a tenor del escaso tiempo que tienen por delante para organizarlas.