El Ayuntamiento de Mequinenza reivindicó ayer a través de un comunicado las buenas prácticas de pesca deportiva que se realizan en su término municipal. La razón de este comunicado se debe a que la tarde del pasado domingo, una patrulla del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de Caspe, en labores de prevención de la pesca furtiva, observó a tres personas pescando en el paraje La Portillada, en el término municipal de Sástago, quienes inmediatamente se dieron a la fuga. La Guardia Civil intervino entonces dos toneladas de peces capturados en el embalse de Mequinenza, que iban a ser exportados a Rumanía para su posterior venta y consumo humano.

El ayuntamiento del municipio considera que la intervención de las dos toneladas de peces en la localidad de Sástago, a más de 70 kilómetros de Mequinenza, daña la imagen del municipio y perjudica al turismo "al generalizar a la hora de señalar el lugar de los hechos".

Para el consistorio, el hecho de que el embalse de Mequinenza, en ocasiones denominado el Mar de Aragón, lleve el nombre del municipio genera cierta confusión por la dificultad a la hora de ubicar hechos ocurridos en un punto dentro de una zona tan extensa de territorio, 7.600 hectáreas de superficie y más de 100 kilómetros de longitud.

Indicaron también que gracias a la existencia de este coto el control es "exhaustivo, se llevan a cabo mejoras en los accesos al río, tareas de mantenimiento en infraestructuras e incluso se dispone de un plan de recogida de basuras para tener la zona en condiciones óptimas".

COTO DEPORTIVO Ante esta situación, el ayuntamiento aseguró que la pesca está "totalmente regulada" por un coto de pesca en todo el municipio, desde hace más de dos décadas. Precisamente, desde los hechos ocurridos el pasado domingo y tras las denuncias presentadas por los agentes por infracción a la Ley de Pesca de Aragón, el Gobierno aragonés se está planteando modificar la Ley de Pesca para poder convertir el embalse de Mequinenza en un coto deportivo.