Si el Gobierno de Zaragoza en Común (ZeC) ya lo tenía difícil para sacar adelante el presupuesto del 2019, el Ministerio de Hacienda le ha enviado un regalo en forma de carta que hace que el apoyo del PSOE a su propuesta sea prácticamente imposible. El ministerio ha decidido que la deuda del tranvía compute en la contabilidad municipal. Son 189 millones de euros que cambian por completo la estrategia de la ciudad y, sobre todo, pone en jaque la posibilidad de buscar financiación bancaria, de la que dependen un sinfín de proyectos, como el plan de vivienda.

El concejal de Economía, Fernando Rivarés, aseguró ayer que se trata de «una decisión política» que le lleva a pensar que lo que pretende el Gobierno de Pedro Sánchez es dar motivos y argumentos al PSOE en el ayuntamiento zaragozano para justificar que no apoya los presupuestos. «¿Es una excusa para que el PSOE no se vea en la tesitura de tener que votar a favor?», cuestionó, ya que los socialistas han dicho en más de una ocasión que, de ser así, el proyecto actual planteado por el equipo de Rivarés no es viable y no lo aprobarán.

El debate sobre si la deuda del tranvía se computa o no en la contabilidad municipal lleva desde el 2009 coleando. Que suceda ahora pone en peligro varios proyectos que ZeC había incluido en los presupuestos porque, al tener que asumir una deuda de 189 millones, Zaragoza volvería a superar la ratio de endeudamiento del 110% que exige el Estado para que una administración pública pueda recurrir a los préstamos bancarios.

Rivarés indicó ayer que se ha solicitado una reunión urgente con la Ministra de Hacienda, María Jesús Montero, para tratar de negociar. El concejal explicó que, como mucho, podrían imputarle al consistorio 84,3 millones, que corresponderían a la subvención de los billetes. Así lo avala la Intervención General y la Tesorería municipal y es lo que defenderá el concejal en Madrid, si la ministra acepta el encuentro porque ayer Rivarés acusó a su ministerio de «mentir». «O miente hoy o nos mintió el 8 de noviembre», afirmó.

Ese día invernal se produjo un encuentro entre la Intervención General del Estado y el consistorio zaragozano. Según Rivarés, fue entonces cuando se acordó verbalmente que, en todo caso, la cuantía a asumir por las arcas públicas se limitaría a la subvención del billete. Por eso,acusó al ministerio de «mentir», porque ha dado dos versiones.

La directora general de Economía, Ana Sanromán, calificó de «deslealtad institucional sin precedentes» del actual Estado y admitió que para revertir esta situación solo cabe la negociación política.

Pese a este revés, que pone en peligro la aprobación del presupuesto -la primera votación se hará el día 15-, Rivarés indicó que mantiene su hoja de ruta y seguirá negociando las enmiendas presentadas por PSOE y CHA sin alterar su proyecto, aunque la aparición de 189 millones lo altera que se arrastrarían durante 23 años. No obstante, Sanromán explicó que para no poner en peligro las inversiones cabe la posibilidad de negociar una reducción de la deuda con el ministerio.