La lucha vecinal por los dos pinos que siguen en pie en la calle Bruno Solano de Zaragoza, actualmente en proceso de reforma y donde se han cortado seis de los ocho ejemplares que había por estas obras, tendrá una jornada decisiva mañana. El consistorio ha puesto esa fecha límite para que aquellos que protestan por la tala de los árboles presenten alternativas seguras que la eviten.

Esta decisión llega después de que vecinos del entorno y madres del colegio Basilio Paraíso, muy próximo a esta calle, iniciaran la semana pasada una serie de protestas cuando la reforma integral de esta vía suprimió la mayoría de los árboles. En concreto, se cortaron seis de los ocho que había en ese tramo, una decisión muy criticada y de la que no fueron conscientes los habitantes de esta zona hasta que comenzaron las obras, ya que no se detallaba la supresión en este proyecto de los presupuestos participativos.

Vecinos y responsables de Parques y Jardines y Medio Ambiente del ayuntamiento mantuvieron ayer un encuentro en el que dieron este plazo para presentar alternativas seguras a la tala. Estas deberán estar avaladas por un profesional que deberá indicar en qué consiste y responsabilizase.

En ese encuentro, y según explican fuentes vecinales, desde el ayuntamiento relataron que en la zona hay tuberías de fibrocemento -con amianto- que había que sustituir, una maniobra que querían realizar aprovechando la peatonalización, algo que los vecinos vieron con buenos ojos.

Además, desde el consistorio afirmaron en esa reunión que sí que buscaron una alternativa para mantener los dos árboles, pero que al no encontrar ninguna, piden a los interesados que aquellos expertos que sí barajan esta posibilidad les expliquen «plano en mano» en qué consiste.

FALLO DE INFORMACIÓN

Ahora, desde el colectivo vecinal espontáneo están buscando quién se puede personar para dar estas explicaciones, puesto que el grupo que les asesoró no es de Zaragoza y no pueden acudir en estas fechas. Así, esperan que entre todos, incluidas las entidades que apoyan la causa, como por ejemplo Ansar, puedan encontrar una solución.

Además, relataron que, en esta reunión, el representante consistorial asumió un fallo de información sobre el proyecto, cuando se presentó en los presupuestos participativos, puesto que no se explicó que la reforma pasaba por la tala de los ocho árboles de la calle.